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Puedo tener razón y estar equivocado. En algún momento en mi vida me hice esta pregunta, ¿Puedo Tener razón y estar equivocado? Desde luego que en esos momentos para mí, fue algo contradictorio porque uno dentro de si cree que está en lo correcto.
Toda persona cree en lo que piensa pero jamás se pregunta en que se basa, eso ni siquiera se cruza en sus pensamientos ni así fuera por accidente. Toda creencia viene por su aprendizaje que se lo hace en su niñez.
Esto lo he repetido hasta la saciedad sin embargo, muchos siguen en la creencia que ellos lo saben todo porque es así, aunque no sepan por qué. Lamentablemente esto causa más daño de lo que se piensa.
¿Puedo tener razón en todo?
Una persona puede tener razón en muchas acciones en su vida, incluso puede terminar su etapa de existencia creyendo que nunca se equivocó, pero se olvida que esta persona no vive sola en el mundo.
Esta persona no está aquí porque ordenó que debe ser así, está por la gracia y amor de dos personas que un día pensaron, que es ideal que un ser nazca, de ahí es que se nace. Esto es claro al darse cuenta que no se está solo.
Siempre se está al lado de alguien desde que se nace hasta que se muere, por lo tanto, jamás se puede creer que siempre se tiene la razón. Hay casos en que su decisión puede afectar al que está a su lado.
Para que alguien pueda decir que está en la razón, debe tener la base necesaria que le compruebe que su paso es el adecuado, mientras no lo tenga, el que le dice que está en su razón es el «Ego» mas no la consciencia analítica.
El ego es tan peligroso que al entrar en escena vivencial, se convierte en sordo, ciego y hasta bruto porque lo primero que ve es su «Yo» que en su persona, no le interesa el resto y no lo verá mientras no medite lo que pasa en su rededor.
¿Por qué tengo la razón?
Esto se da porque la persona ve su entorno bajo sus creencias, que no quiere decir que sean las correctas, lo que dice es que lo que cree es verdad y para lograrlo, no le importa mentir (la mentira no existe para esta persona).
Dentro de la mentira está el engaño, que es prima hermana en primer grado de la mentira. Esto hace que esta persona pueda hacer ofrecimientos, incluso de felicidad, sin tener en su mente que sea una realidad.
Ahí es que se torna peligroso y no para el incauto, sino, para la persona que se ha creado una fantasía maliciosa para su beneficio, ¿Por qué? Porque aunque no lo quiera este engaño está en su inconsciente.
Al estar ahí, su mente lo que hace es tenerla guardada, ¿El tiempo? No importa porque la mente es tan sabía y practica, que no le interesa razones, solo lo que podría sentir si la usa para la persona que creó el engaño para otros.
Esto quiere decir que puede ser reversible y la que un día fue causante de un engaño, que puede durar años, un día esta persona pueda terminar creyéndose su propio engaño.
Lo que se entiende que al conocer a otra persona, esta al darse cuenta de lo que carece, lo que hace es darle una parte y la que engaña termina utilizando el engaño que creó para su beneficio (con la persona que un día conoció).
El resultado de esto es que más temprano que tarde, todo acaba y es en ese momento que se hace la pregunta, ¿Por qué me sucede esto? Desde luego que con sorpresa ya que está convencida que siempre tuvo la razón, en sus acciones.
No puedo tener razón en todo
Para ti amigo o amiga, que crees que es bueno ir por caminos ajenos a tus verdaderos intereses personales, que piensas que solo tu vida es la que vale, ya sea porque te consideras especial, de buena familia.
Posiblemente porque encontraste alguien que para ti es la pareja ideal, ya sea por imagen, edad, dinero, no quiere decir que la otra persona, esté por debajo de ti. Este es uno de los errores que alguien puede cometer, solo por conseguir su anhelada y aparente felicidad.
No puede haber felicidad si lo que has conseguido es a base de engaños, porque esto es igual a un castillo de naipes que a más grande, mas fácil es que se caiga. Con esto, ¿Puedo tener razón y estar equivocado? Claro que si.
Sí, es posible tener razón en ciertos aspectos y, al mismo tiempo, estar equivocado en otros. Esta paradoja puede ocurrir en diferentes contextos. Alguien puede tener razón al señalar un hecho o dato específico, pero estar equivocado en la interpretación o conclusión que extrae de ese hecho.
Por ejemplo, ver que el cielo está nublado y concluir que va a llover, cuando en realidad no sucede. En este caso la persona tiene razón sobre la observación (el cielo nublado), pero se equivoca en la interpretación de lo que eso implica (que lloverá).
Un principio o regla puede ser correcta en un contexto determinado, pero si se aplica fuera de ese contexto, puede llevar a conclusiones equivocadas. Por ejemplo, la frase «la práctica hace al maestro» es cierta en muchos contextos, pero no garantiza la perfección en situaciones donde otros factores son determinantes. Entonces se entiende que el tener razón en la validez de un principio no significa que sea aplicable en todas las circunstancias.
Razón en moralidad o error en legalidad
Una persona puede tener razón al argumentar desde un punto de vista moral que algo es injusto, pero estar equivocada sobre su legalidad o las implicaciones legales. La moralidad y la legalidad no siempre coinciden. Es posible estar en lo correcto moralmente, pero equivocarse sobre cómo se aplica la ley.
Alguien puede tener la intención correcta al tomar una decisión (por ejemplo, querer ayudar a alguien), pero si esa decisión causa daño en lugar de ayudar, la persona estaba equivocada en la acción, aunque su intención fuera buena.
Las buenas intenciones no siempre garantizan buenos resultados, por lo que es posible tener razón en lo que se intenta lograr pero equivocarse en la manera de hacerlo. Desde una perspectiva personal, una decisión puede parecer la correcta, pero al considerar un contexto más amplio o la perspectiva de otras personas, esa decisión podría estar equivocada.
Las percepciones individuales pueden ser acertadas en un nivel subjetivo, pero erróneas cuando se ven desde un ángulo más objetivo o inclusivo. Esta dualidad demuestra que la verdad y el error no siempre son absolutos. Es posible estar parcialmente en lo correcto y, al mismo tiempo, cometer errores debido a una falta de perspectiva, información incompleta, o errores de interpretación.
Qué hacer en estos casos?
Lidiar con personas que manipulan o engañan con sus palabras requiere una combinación de astucia, firmeza y autocontrol. Aquí dejo algunas actitudes y estrategias que puedes adoptar para manejar estas situaciones.
Las personas que manipulan a menudo intentan provocar reacciones emocionales para desviar la atención o ganar ventaja. Respira profundamente, mantén un tono de voz neutral y evita responder impulsivamente. Mantén la conversación en un nivel racional.
Las personas que manipulan pueden ser vagas o ambiguas. Al pedir detalles específicos, les obligas a ser más concretos, lo que puede revelar inconsistencia. Formula preguntas directas y abiertas como «¿Puedes darme un ejemplo concreto?» o «¿Qué quieres decir exactamente con eso?»
No todo lo que se dice es cierto, incluso si suena convincente. Verificar los hechos evita que caigas en trampas. Investiga por tu cuenta o consulta con otras fuentes antes de aceptar lo que te han dicho como verdad.
Es importante que la otra persona entienda que no permitirás que te manipulen. Sé firme en lo que consideras aceptable o no. Por ejemplo, puedes decir: «Prefiero que hablemos con claridad, sin rodeos».
Si algo no te parece bien, es probable que haya razones para ello. Tu intuición puede detectar señales que tu mente consciente aún no ha procesado. Si sientes que algo no cuadra, tómate un tiempo para reflexionar antes de tomar decisiones o responder.
A veces, una confrontación directa puede escalar la situación y empeorar las cosas. En lugar de confrontar directamente, puedes cambiar el tema, posponer la conversación o redirigir la discusión hacia algo más productivo.
Sé cauto con las promesas
Las personas manipuladoras pueden intentar obtener promesas o compromisos rápidos de tu parte. No te comprometas a nada de inmediato. Di algo como «Déjame pensarlo y te daré una respuesta más tarde.»
Tener otras opiniones y apoyo te ayuda a mantener la perspectiva y a no sentirte solo en la situación. Consulta con amigos, colegas o personas de confianza si tienes dudas sobre cómo manejar la situación.
La clave para manejar a estas personas es estar preparado, mantener la compostura, y actuar de manera estratégica en lugar de reactiva. Al adoptar estas actitudes, puedes protegerte de la manipulación y mantener el control en la interacción.
Si tienes alguna duda, has tu consulta por medio de un comentario que será respondido inmediatamente
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Hola Roberto:
Esto del artículo la verdad es que estás bien acertado, y no equivocado, cada cual cuando lee pudo darse cuenta en qué estaba equivocado y en qué acertado, y alguna imagen le vino mientras leía.
En mi caso capté que hace poco a una persona con la cual yo trabajaba hablábamos del trabajo todo bien hasta allí. De pronto noté que para ciertas cosas en las cuales él quería convencerme el hablaba de cosas mias … de mi propio interés … y me dije: Ah … !!! que raro. Lo noté porque algo cambió en su fora de comunicarse. Luego … para otras cosas insistía en argumentarme ciertas cosas en base a mis intereses … y ahí fue donde capté … que él estaba utilizando ciertos intereses míos o cosas que me afectaban como para ayudarse en la argumentación de lo que él quería convencerme.
Por eso bien el dicho … en boca cerrada no entran moscas o el que dice … 2 orejas y 1 boca.
Gracias.