Sentirse bien verse bien, no es lo mismo que verse bien, sentirse bien. Desde mi punto no es lo mismo, porque de que sirve que usted se vista de lo mejor o vaya a esos dichosos laboratorios de belleza donde le hacen un cambio de imagen, cuando en realidad lo que usted necesita es compresión, compañía o sencillamente un amigo-a con quien conversar.
Hay casos de problemas legales por cambios faciales en personas que después de la operación, brincan hasta el techo porque lo que le hicieron no era lo que querían, ahora ¿Por qué pasa eso? Simple, en la mayoría de los casos que tienen que ver con operaciones con cirujanos plásticos, casi siempre es por baja autoestima, buscando la solución al rechazo en la cirugía estética.
Cuando se siente mal
Conozco casos de demandas y una en especial, era porque un joven pensaba que achicándose la nariz iba a ser bien recibido por las chicas. Como siempre buscó la opinión en un cirujano que yo conozco, él por evitarse cualquier problema, lo manda donde un grupo de Psicólogos para que sean ellos los que den el visto bueno si la operación es o no viable para el joven.
Durante un tiempo, estuvo en consultas y después ellos mandan un informe dando el visto bueno. El doctor, obediente de sus colaboradores le hace la operación, sin si quiera percatarse de si el joven tenía algún problema o trauma interno que posiblemente era eso lo que lo ponía a la defensiva y hacía que la gente se aleje de él.
Nariz nueva por tanto cara nueva y desde luego que la estima de él joven tenía que elevarse al cielo. Pero no fue así. En los primeros días no pasaba nada por los síntomas, después cuando ya se quitó todo y se vio en el espejo, pienso que no le gustó porque lo que hizo fue demandar al cirujano, alegando que esa no era la nariz que él solicito.
La imagen no es su sentir
El cirujano me consultaba a mí, sobre cuál podría ser el problema si en la operación se le hizo todo lo que el mismo bajo firma pidió. En realidad el único problema que hubo ahí fue el visto bueno de los Psicólogos, puesto que ellos lo que hicieron fue verificar si en realidad quería la operación, pues claro que si quería pero la respuesta del paciente estaba basado en su sentir y más no en su imagen.
Por lo tanto el paciente pensaba que eso era la solución a su baja autoestima. Le podían hacer 10 operaciones diferentes y el mal seguiría igual. Es muy diferente que usted o yo estemos alegres casi todo el tiempo y de pronto nos invitan a una cita, ahí nos vemos si en realidad estamos presentables o no, ya sea una camisa, zapatos, pantalón o un corte de pelo, más claro no hay problema. Verdad que es diferente sentirse bien, verse bien.