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Ser cómodo es igual a quiebra, me decía un amigo ya entrado en sus 60 años, «La experiencia amigo» me dijo. Quién creería que la comodidad que es bien recibida por el bienestar que presta, nos puede causar mucho daño al menos si no se la comprende como tal. Lamentablemente muchos mal entienden lo que es ser cómodo.
Se entiende por cómodo a algo que sirve sin problemas o que es algo útil sin dar exigencias de nada, así como también se entiende por una persona que goza de bienestar y totalmente descansada. Ahora, ¿Dónde radica el problema de ser cómodo? El problema viene cuando una persona que sabe que tiene obligaciones para con su trabajo.
La comodidad del vago
En dicho trabajo él más que tiene debe hacerlo porque es parte del funcionamiento de dicha empresa pero como es muy cómodo espera que otro lo haga o lo induce haciendo una especie de sugerencia. Hay casos en los que no se demora en tomar acciones pero cuando ya está a punto de terminar para.
Y lo hace porque sebe que ya casi está listo por lo tanto dice «Ya mismo lo hago» pero no se da cuenta que todo tiene un proceso por lo tanto también su tiempo, esto es porque el resultado de lo que va hacer en este momento no es igual si lo hace después. Hay cosas que no pueden esperar por muy sencillas que sean y justamente por lo sencillas que son es que no les dan mucha importancia.
Pero resulta que esas cosas que en apariencia son sencillas de acción también son fáciles de dañarse o causar un efecto mariposa que el resultado son desastrosos. En un local de alquiler de computadoras quebró comercialmente teniendo en su haber más de treinta computadoras y todas funcionaban al mismo tiempo.
Hoy no entra casi nadie, ¿Cómo puede haber sucedido esto estando en el éxito? Claro que estaba en el éxito ya que al funcionar todas las máquinas durante 16 horas diarias a 0.50 centavos la hora por 30 y eso que todos los servicios eran aparte, eso quiere decir que tranquilamente ingresaba más de 7.000 dólares al mes, ¿Es poco?
Estos cálculos son hechos al ojo, ahora el pequeño error que cometió el dueño que por su comodidad viendo que su negocio producía mucho dinero, se le ocurrió contratar a una empleada la cual también era cómoda pero si funcionaba, al menos entré en algunas ocasiones y me daba cuenta de su trabajo.
Las decisiones equivocada
El dueño dejó de controlar los movimientos de su empleada y dejaba que ella tomará decisiones que con el tiempo le trajo problemas, después trajo a otra chica y ese fue el inicio de su caída. Como estas chicas no eran nada estables emocionalmente dejaban para otro día lo que debían hacerlo enseguida.
El resultado de todo eso es que el servicio decayó al extremo de que la gente dejó de entrar, por lo tanto entró en pérdida, ahora sigue abierto el lugar pero es tan sombrío que da recelo entrar. En otro caso, un negocio de venta de helados estando excelentemente quebró por el hecho de que los pagos que tenía que hacer por los servicios de energía eléctrica, no los hacía y por tal le cortaban el servicio.
El caso es que por coincidencia le cortaban el servicio los días viernes en la tarde, ya pueden imaginarse pasar viernes, sábado y domingo sin energía por lo tanto, el producto de venta estaban hecho coladas, y no sólo eso, tampoco se daba cuenta o no sabía que el ser cómodo es igual a quiebra que el pago de su gente no lo hacía a tiempo.
Es indudable que si no entiende que la comodidad es para los que ya han hecho el recorrido de su labor, por lo tanto, el fruto de su recorrido es el que disfruta con todo lo que tenga que ver en estar en comodidad, el cual puede ser todo lo que se le ocurra pero mientras no entienda su proceso y lo más importante, su esencia, entonces nunca entenderá que ser cómodo es igual a quiebra.
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