Indice de contenido
Síganme los mediocres. Es muy común ver este tipo de ejemplos como síganme los mediocres, ¿Cuántas veces se ha dado cuenta que cuando tiene una brillante idea, sobre cómo resolver un problema, más de uno lo mira como bicho raro? Pues a mí me ha pasado casi todo el tiempo y razón básica para esto, es que todos se mueven como un todo.
Es decir que si alguien dice que está mal el tiempo, todos mueven la cabeza en señal de aceptación, si es que no abren la boca porque si lo hacen es una fiesta, empiezan con el tiempo y terminan que ya mismo se mueren de hambre. Esto se ha hecho crónico al extremo que sus hijos repiten los mismo.
Tuve una experiencia con un ciudadano, cada vez que abría su boca era para quejarse de todo lo malo que le pasaba, pero el caso es que no era a él en exclusividad, era lo que él veía en su mente estrecha y mediocre, a mí ya me tenía hinchado y con las joyas de la familia que me llegaban al piso.
Síganme los mediocres
Un día le propuse que cambiara su forma de ver las cosas pero, para sorpresa, casi me liquida con una mirada asesina y me dice «¿Puta hermano en que planeta vives?» en total, él se encierra en que todo está mal, pero claro que está mal pero para él porque ese es el mundo que él creó para sí.
Para el colmo, siempre habrá gente en el grupo que secunde la moción, pues es así porque un mediocre busca otro mediocre para sentirse en total frecuencia de bienestar. Aunque les parezca raro, después de que han descargado todo su veneno ponzoñoso, se van contentos a sus casas.
Ellos no lo saben pero cuando se quejan delante de alguien que no piensa como ellos, dejan su carga negativa en la humanidad del incauto que tuvo la gentileza de escucharlos y el inocente ciudadano, se va a su casa todo pesado y a veces enfermo, en este caso a mí me ha pasado.
Un día ya cansado de tanta queja le dije «Oye hermano tú sufres mucho y por lo tanto para que no sufras así, camina unos 15 metros de aquí y mátate de una vez para que no sufras más, la distancia es para que la pestilencia no llegue acá, porque fijo que tienes que estar bien podrido» fue santo remedio.
Ahora se cuida mucho antes de hablar, al menos cerca de mí. Aunque les parezca mentira, desde ese tiempo la situación de él le ha cambiado y en buena hora, porque ya no pertenece al grupo de síganme los mediocres.
Este tipo de personas hay en todos lados y al por mayor, pero en muchos casos, no es culpa de ellos, si no, de los padres que se encargaron de educarlos a su manera. Esto es claro que deben haber sido personas amargadas y por lo tanto, eso es lo que dieron a sus hijos como enseñanzas.
El cambio de actitud es lo mejor
Eso no quiere decir que ya estén condenados a sufrir una vida calamitosa, porque así como aprendieron a ser como son, también pueden aprender a desaprender todo lo que vieron como enseñanza, esto quiere decir que pueden borrar y poner lo bueno.
Esto es igual cuando uno aprende a trabajar en algún tipo de obra, que por lo general, está mal ya que el resultado es mediocre, pero de pronto alguien que te observa te dice lo que está mal, esto te hace pensar y preguntas, ¿Cómo hacerlo bien?
Desde luego que esto no es rápido de corregir un mal hábito pero es un buen comienzo, ya que con los consejos que reciba, lo que hará es cambiar la forma en que ha estado trabajando. Esto es igual con la mente que está mal enseñada.
Hace un tiempo y creo que algunos años, alguien por ahí me dijo una frase que para él es una realidad absoluta, la frase es «A caballo trotón no se le puede sacar paso» aduciendo que si alguien que aprendió una mala maña, es difícil que se lo pueda corregir.
Esto desde luego que le contradije ya que fui una prueba palpable, porque en ese tiempo que había regresado al deporte, quería que este señor me corrija estilo pero ya saben lo que me respondió, con el tiempo sin que nadie me corrija, lo hice sin problemas.
Esto indica que todo se puede corregir hasta la mediocridad de las personas que se dedican a sufrir y hacer que le resto sufra solo porque para ellos, la vida es así. En cierto modo esto se puede convertir en una epidemia mental, pero que puede ser evitado si es que sale del rebaño.
¿Por qué se crea personas así??
Las personas que suelen ser consideradas mediocres a menudo se caracterizan por su incapacidad para ver más allá de lo que está frente a ellos, por su dificultad para apreciar el lado positivo de las cosas e incluso por no reconocer lo valioso de su propia vida.
Este tipo de mentalidad puede ser el resultado de una combinación de factores internos y externos que afectan la forma en que una persona percibe el mundo y se relaciona con él. Sin embargo, es importante destacar que la mediocridad no es una condición fija ni irreversible; más bien, es una respuesta a circunstancias que pueden cambiar.
Una de las razones fundamentales por las que algunas personas caen en esta actitud es la falta de desarrollo personal o de una mentalidad de crecimiento. Las personas que se conforman con la mediocridad a menudo no se sienten motivadas para ir más allá de lo que conocen, y este estancamiento puede ser el resultado de una educación que no fomenta la curiosidad ni el desarrollo de habilidades críticas.
En muchos casos, estas personas crecen en entornos donde no se valora el esfuerzo o la ambición. Cuando un individuo no recibe el estímulo adecuado para explorar sus capacidades o para reflexionar sobre su vida, puede quedar atrapado en una rutina de insatisfacción, incapaz de encontrar un propósito más allá de lo inmediato.
El entorno en el que una persona se cría tiene un impacto significativo en su forma de pensar y actuar. Si un niño crece en una familia o comunidad donde las expectativas son bajas, donde se prioriza la seguridad sobre la exploración o donde se premian la conformidad y la estabilidad, es probable que este niño desarrolle una mentalidad de mediocridad.
Los modelos a seguir es importante
Esto no significa que la persona sea inherentemente incapaz de tener éxito o de pensar de manera ambiciosa, sino que no ha sido expuesta a modelos a seguir o a desafíos que fomenten el crecimiento. La influencia de los padres, amigos y figuras significativas en la vida de una persona puede llevarla a conformarse con lo que tiene, sin aspirar a más.
Si la crítica, el castigo o la falta de aliento son recurrentes en la vida de una persona, esto puede minar su autoestima y su deseo de sobresalir, dejándola atrapada en una visión limitada de lo que puede lograr. Además, la sociedad y sus valores también desempeñan un papel crucial en la creación de personas mediocres.
Vivimos en una era en la que la gratificación instantánea y el éxito superficial son a menudo exaltados, mientras que el trabajo duro y la perseverancia son vistos como menos atractivos. Esto puede desmotivar a aquellos que buscan resultados rápidos o fáciles.
Cuando la gente se enfoca demasiado en lo inmediato y en las recompensas inmediatas, puede perder la capacidad de apreciar el esfuerzo a largo plazo necesario para alcanzar metas significativas. La presión por cumplir con las expectativas sociales, como tener éxito de una manera visible y rápida, puede llevar a muchas personas a centrarse únicamente en lo que se espera de ellas, dejando de lado el desarrollo personal y el autoconocimiento.
También es posible que algunas personas adopten una mentalidad de mediocridad como mecanismo de defensa. Enfrentar desafíos y salir de la zona de confort requiere una gran cantidad de coraje y disposición para fracasar, y no todos están preparados para asumir ese riesgo.
El temor a no poder alcanzar lo que quiere
La mediocridad, en este sentido, puede ofrecer una forma de evitar la frustración y el dolor que pueden surgir cuando no se alcanzan los objetivos. En lugar de aspirar a algo más grande, estas personas eligen no arriesgarse a soñar o a luchar por lo que realmente desean, porque el miedo al fracaso se vuelve más grande que la esperanza de éxito.
La falta de confianza en uno mismo, a menudo alimentada por experiencias pasadas de fracaso o desaprobación, puede hacer que una persona prefiera la seguridad de la mediocridad en lugar de enfrentarse a la incertidumbre del cambio.
Por otro lado, la mediocridad no siempre es el resultado de una falta de motivación o un entorno negativo. A veces, las personas se sienten atrapadas en una vida monótona simplemente porque no tienen una visión clara de lo que quieren lograr.
La falta de metas o de dirección puede hacer que alguien se sienta perdido y sin propósito. Sin un sentido claro de hacia dónde se dirige, cualquier esfuerzo parece ser fútil, y la persona se conforma con lo que tiene, sin cuestionarse si hay algo más que podría obtener.
La mediocridad, entonces, puede ser el resultado de una desconexión interna, donde la persona ha perdido el contacto con sus deseos, pasiones y aspiraciones, lo que la lleva a vivir una vida que no le satisface completamente. La mediocridad, entonces, no es una característica innata, sino un conjunto de respuestas y actitudes que se desarrollan a lo largo de la vida.
Las personas no nacen mediocres; las circunstancias de su vida, la forma en que fueron criadas, las experiencias que vivieron y las decisiones que tomaron a lo largo del tiempo son las que pueden llevarlas a adoptar esta mentalidad.
En resumen
Esto no significa que una persona condenada a la mediocridad no pueda cambiar. Con el tiempo, las personas pueden encontrar la motivación para salir de su zona de confort, buscar nuevas experiencias y redescubrir su capacidad para crear una vida llena de propósito y satisfacción. La clave para evitar caer en la mediocridad radica en mantenerse abierto al aprendizaje, al crecimiento y a la búsqueda de nuevos desafíos, sin dejarse limitar por el miedo al fracaso o la necesidad de complacer a los demás.
Hola, excelente artículo, cortito y preciso.
La verdad es que me llegó al dedo, uno queda bien podrido con lo que se contagia por allí quizá por donde, mas la pestilencia que le dan desde niño con los traumas y todo eso.
Dicho lo anterior, en forma de mofa, mas encima me da risa de lo que dijiste en el artículo, y la estrategia utilizada para que al susodicho se le quite …
Esto demuestra que somos bien capaces, merecedores y que todo es posible para nosotros los seres humanos en esta vida que es maravillosa. Hay que agregar que para ello tenemos que tener fuertes deseos en la vida de conseguir nuestros metas y objetivos y sin pasar a llevar a otros o por lo menos sin la mala intensión.
Bueno, creo que gran parte de esa podredumbre me la he sacado contigo, espero que la vida ahora siga siendo mmas maravillosa pues antes de haberme contagiado en los trabajos veía la vida bien maravillosa y tenía bastantye energía ( buena añun la tengo) sólo que tenía los traumas de cuando pequeño y eso creo que me jugó en contra mía para contagiarme en los trabajos.
Bien, sano o enfermo ? creo que mas sano que enfermo pues aún me queda bastante energía aquñi dentro para seguir adelante leyendo y disfrutando de tus artículos.
Como decimos nosotros los cristianos el Diablo ha sido herido de muerte.