Indice de contenido
Tienes miedo porque no sabes. Esto de hablar sin bases es común en todos lados, pero no siempre es así porque hay personas que no dicen nada. En tu caso que tienes miedo porque no sabes, prefieres que nadie te diga nada por la posible vergüenza, que en el momento en que te pregunten algo, no tengas qué decir.
Por lo menos tú estás consciente que no sabes y antes, de meter la pata prefieres pasar inadvertido. Hay personas que no piensan igual y hablan cualquier cosa, incluso son capaces de meter a cualquiera con tal de quedar, como alguien que dijo algo valedero.
Este tipo de personas no saben que no saben, en cierto modo no son peligrosos pero de tanto y tanto, que abren la boca para decir algo pueden causar daño a cualquiera, solo por el hecho que sean tomados en cuenta y ahí sí, pueden ser peligrosos.
Tienes miedo porque no sabes
Hace un tiempo conocí a un dizque amigo, que su mayor distracción era conversar y desde luego que no hay nada de malo en ello, solo que no lo hacía con algo que valga la pena, como es una persona que no tiene amigos con facilidad, trata de llamar la atención de esa manera.
Parece que es una persona que desconoce el miedo pero no como se imaginan, todos sabemos lo que es el miedo porque así nos enseñaron. Desde muy niños nos hacían bromas con sustos y así es que se aprende, a sentir miedo. En este caso, este señor no.
Lo que se entiende que él sabe que es el miedo, pero no sabe cuando lo puede tener ni como crearlo. En el momento en que esta persona abre la boca, no está pensando en si puede crear un problema, lo único en que piensa es que quiere atención de la persona que está a su lado.
Por esto es que no sabe lo que está haciendo, ahora, ¿Qué pasa cuando lo que ha dicho genera un problema? Ahí si se asusta pero solo cuando el perjudicado directo es él, sino es así, sigue de largo como si nada. Esto da a entender que no tiene miedo aunque sepa que no sabe.
En el caso que tienes miedo porque no sabes, es todo al revés. Aquí no hablas porque tienes miedo de causar cualquier cosa, que en mayor grado es tu vergüenza, pero también te sientes incómodo al darte cuenta que no tienes idea, de lo que están conversando los demás.
Aunque muchos tal vez no estén de acuerdo con el tener miedo de no saber, esto es justificable porque ellos posiblemente sepan algo, que incluso pueden asumir que saben mucho, aunque en la realidad no sepan nada.
A pesar de todo nada sabes
A pesar de todo este tiempo me doy cuenta que no sé nada, pero si sé que por lo menos hay gente que están más abajo que yo, en conocimientos. Sin embargo con esto no abro con facilidad la boca, antes lo hacía pero mientras más sabes menos hablas.
Ahora, ¿Se puede quitar este miedo de no saber?Desde luego y dos caminos, el uno es por medio de programación mental, es muy efectivo y no regresa más. El otro método es por medio del saber, solo que esto demora toda la vida. Lo bueno del primero es que ya no tendrás miedo pero seguirás burro como antes.
Lo bueno del segundo método es que, a más tiempo que pases aprendiendo menos miedo sentirás incluso, puede ser que no tengas miedo de decir algo en el momento, en que estés convencido que lo puede hacer. Nunca se tiene miedo cuando se sabe lo que se sabe.
Lo malo del segundo método es que el tiempo no tiene importancia, al menos para alguien que está constantemente aprendiendo, se lamenta como en mi caso, que el tiempo es muy poco que el hombre tiene de vida, habiendo tanto por aprender.
Esto es lamentable y tal vez para muchos sea ridículo, o posiblemente algunos crean, que es por quedar como que uno es algo especial y no es así, deben estar en la posición de alguien que está así, solo ahí puede sentir lo que el tiempo significa, es demasiado poco.
Solo hay un pequeño problema para aquellos, que aceptaron aprender todo el tiempo, lo que se conoce como conocimiento, esto es que se paga un precio un poco elevado, pero para aquel que sabe lo que significa el conocimiento, lo paga sin chistar aunque uno pase como bicho raro ante los demás.
El miedo a lo desconocido
Si tienes miedo porque no sabes, ya sabes lo que hay que hacer y sin pérdida de tiempo, ¿Por qué? Porque uno no es joven toda la vida, en vez de divertirse en tonterías algo que se inventó para beneficio, de los dueños de los medios de diversión, diviértete leyendo y descubriendo algo nuevo cada día, eso es alegría el saber algo que no sabías.
El miedo a lo desconocido suele paralizar a muchos, pero en lugar de dejar que ese miedo te detenga, la clave está en tomar acción sin demora. ¿Por qué es tan importante hacerlo sin perder el tiempo? Porque la juventud es efímera, y el tiempo es un recurso limitado.
En vez de invertirlo en distracciones superficiales, que a menudo solo enriquecen a los dueños de esos medios de entretenimiento, es mucho más valioso dedicarlo a nutrir el conocimiento.
Divertirse no tiene que significar seguir lo que dictan las modas o lo que los demás consideran entretenido; la verdadera alegría proviene de aprender, de descubrir algo nuevo cada día.
Esa sensación de crecimiento intelectual, de haber adquirido una nueva pieza de sabiduría, genera una satisfacción más profunda y duradera que cualquier diversión pasajera. Saber lo que antes no sabías no solo te enriquece como persona, sino que te brinda una forma de alegría que permanece con el tiempo, una que no depende de factores externos, sino de tu capacidad de crecer y explorar el vasto mundo del conocimiento.
Así, cada día se convierte en una oportunidad para aprender y avanzar, y es ese avance lo que trae una alegría genuina, una que transforma el miedo en curiosidad y el tiempo en un recurso valioso para el crecimiento personal.
¿Tienes miedo porque eres muy joven?
El miedo a no saber no está necesariamente vinculado a la edad, aunque puede manifestarse de diferentes maneras según la etapa de la vida en la que uno se encuentre. A lo largo de los años, ese miedo puede ser alimentado por diversas experiencias, expectativas sociales y la percepción que cada uno tiene sobre el aprendizaje y el conocimiento.
El miedo a no saber suele estar relacionado con la inseguridad, la presión de ser competente o estar a la altura de las expectativas del entorno. La juventud está marcada por la necesidad de descubrir el mundo, de aprender y crecer, pero también por la sensación de que el desconocimiento puede ser una barrera para alcanzar el éxito, el reconocimiento o la pertenencia social.
Sin embargo, esta etapa también ofrece una gran capacidad de adaptación, curiosidad y la apertura al aprendizaje. Con la madurez, el miedo a no saber puede estar más relacionado con la comparación constante con los demás, la sensación de que «debería» tenerse más control sobre la vida o más conocimiento acumulado.
En la vida adulta, muchas personas sienten que deben proyectar una imagen de seguridad y competencia, lo que aumenta el temor a admitir que no saben algo o que necesitan aprender.
Sin embargo, quienes adoptan una mentalidad de aprendizaje continuo descubren que nunca es tarde para aprender algo nuevo, y que el crecimiento personal no tiene fecha de caducidad.
En la vejez, el miedo a no saber puede tomar otra dimensión. A menudo, las personas mayores sienten que el tiempo para aprender se está agotando o que ya no tienen la misma capacidad que antes.
La ventaja de la madurez
Sin embargo, esta es una percepción que puede limitar su crecimiento y disfrute. De hecho, las personas mayores tienen la ventaja de la experiencia de vida, lo que les permite aprender con una profundidad y perspectiva que solo los años pueden aportar.
Si bien algunos pueden experimentar miedo a quedar desfasados tecnológicamente o a no poder adaptarse a un mundo en constante cambio, aquellos que mantienen viva su curiosidad suelen disfrutar de una vida más plena.
El miedo a no saber puede ser una constante en cualquier etapa de la vida, pero su forma y su impacto varían. Más que estar ligado a la edad en sí, este miedo está relacionado con la actitud hacia el aprendizaje y el cambio.
En lugar de dejar que el miedo paralice, adoptar una mentalidad de curiosidad y aprendizaje continuo, independientemente de la edad, es lo que permite superar esa barrera y transformar el miedo en una oportunidad de crecimiento.
La sabiduría y el crecimiento personal no están intrínsecamente ligados a la edad, sino a la disposición y el esfuerzo que uno pone en el aprendizaje y la reflexión a lo largo de la vida. La edad puede proporcionar experiencia, pero no garantiza automáticamente sabiduría si no se ha trabajado activamente en el desarrollo personal.
Influencia de la familia y la educación
Lo que aprendemos en nuestra infancia y juventud, a través de la familia y la educación, sienta las bases para cómo entendemos y manejamos el mundo. Los valores y creencias que absorbemos de nuestras familias pueden influir en nuestra capacidad para cuestionar, aprender y crecer.
Mantener una actitud curiosa y reflexiva permite el crecimiento continuo. La disposición para cuestionar, aprender de errores y explorar nuevas ideas es fundamental. La capacidad de autoevaluarse y aceptar críticas constructivas también es esencial para el desarrollo personal y la sabiduría.
Ahora, la sabiduría se desarrolla a través de la aplicación práctica del conocimiento y la adaptación de las lecciones aprendidas en la vida. Estar dispuesto a cambiar y adaptarse es crucial. Las personas que permanecen rígidas en sus pensamientos y actitudes tienden a estancarse.
La educación no termina con la escuela. Participar en cursos, leer, y buscar nuevas experiencias contribuye al crecimiento personal. Tomarse el tiempo para reflexionar sobre las experiencias y los desafíos puede profundizar la comprensión y fomentar la sabiduría.
En resumen, la sabiduría y el crecimiento personal son el resultado de la actitud activa hacia el aprendizaje y el desarrollo, no simplemente del paso del tiempo. Las personas que continúan aprendiendo y reflexionando a lo largo de su vida tienden a desarrollar una mayor sabiduría, independientemente de su edad.