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Una promesa no cumplida. Promesa es una palabra tan simple y posiblemente sin ningún significado pero, «una promesa no cumplida» ya es una frase que si tiene peso y su significado lleva a que la persona que dio su palabra, no tiene ni el más mínimo sentido de lo que es.
Tal vez en estos tiempos no se tome tan en serio esto pero, prefiero entenderme con personas que para ellos una promesa es una promesa y no una simple palabra. Es probable que tal vez en alguna circunstancias de la vida algo se me haya pasado como no cumplir una palabra.
En esto no se puede decir que nunca porque puede haber pasado algún imprevisto o, por cuestión de tiempo que se quedó en el olvido pero no sin antes mantenerse en lo dicho. En esto se entiende que alguien dio su palabra pero con el tiempo lo que ataba a su promesa desaparece.
Por esta razón no se la puede cumplir y con esto pasa el tiempo y se llega a pensar que dicha promesa nunca existió. Una promesa no cumplida es como si alguien que dice que va a llegar a un lugar y por tal, es esperado porque es algo especial y de pronto no llega y no llega hasta nunca llegar.
El hecho de no llegar ocasiona que los que lo esperan desesperen causando incertidumbre, nostalgia que en algunos casos puede generar tristeza, agobio que el resultado de esto es que nunca se remedia porque la promesa se rompió, no existe en el mundo que alguien que rompe una promesa la pueda remediar.
Unas promesas rotas
El hecho de esto es que al romperse es porque ya está establecido que no hay vuelta atrás, en este caso lo que pueden hacer es otra promesa pero, ¿Quién va a confiar en alguien que ya rompió una promesa anterior? Esto es como si alguien miente y que se da cuenta de que le creyeron, pues se le hace fácil seguir mintiendo hasta el punto de que lo toman como un medio de vida.
Es decir, que llega a formar parte de su ser hasta el punto de considerar que es una realidad en su mundo, con esto cualquier persona que le diga lo contrario, no va a ser tomado en cuenta porque está convencido que la mentira no es eso sí no una forma de decir las cosas, algo que en su mundo puede ser así pero esas personas no viven en su mundo propio sino en el mundo de los demás.
Al menos yo no puedo vivir en mi mundo solo ya que necesito de los demás para poder vivir, igual como cuando se enamora que se convierte en parte del mundo del ser amado al extremo de no poder vivir un día sin verla, bueno no para morirse pero si de extrañar al ser que no está a tu lado.
Las promesas no cumplidas
Cuando alguien logra tener una promesa no cumplida y que por tal razón piensa que no es importante, esto puede ser ocasionado por varias razones que al mismo tiempo, van al comienzo de que no hubo la necesidad de cumplirla, esto es que a la persona que le hizo dicha promesa no vale la pena cumplirla, como puede ser que se olvide que la hizo porque no tenía otra opción.
Lo que lleva a pensar que hizo la promesa porque quería salir del apuro o de en medio de la persona que se lo pedía, puede ser también aunque es muy raro que no sepa lo que es una promesa y que la hace como decir «Que fue loco» o sea como simple modismo de juerga de barrio, que en este caso, todos la dicen.
Por último, la promesa es eso mismo o sea no lo que significa sí no una palabra y por tal la usan para decirla como «coge, ten, dame» o cualquier palabra que se usa normalmente sin importancia pero que es necesario para la comunicación. Una promesa no cumplida es como dejar un vacío en el alma y más cuando se la hace a alguien en especial.
Esto me hace acordar de un artículo que escribí hace algunos meses, sobre lo que se ofrece pero nunca lo dan, porque esas personas entienden inconscientemente como que ellos ofrecen y tú tienes que buscar quién te lo de, así de simple. Esto en si de no cumplir una promesa es por así decirlo una enfermedad creada por las circunstancias de la vida que han llevado.
El inconsciente no cumple
Lo triste en esto es que no están pendientes del peligro que le puede traer el seguir prometiendo y no cumplir, claro que el no cumplir no es consciente sí no inconsciente, es decir, que está la mente programada para ese fin aunque admito que puede ser como un medio de defensa, porque mas les da cuando tienen cierto grado de enfado y cuando están así, no les importa nada al extremo de olvidarse de todo.
Ahora si se preguntan, ¿Tiene solución este medio de vida? Claro que sí, solo hay que saber que es lo que lo detona y eso no es fácil, porque la persona en mayor de los casos está convencida de que no está mal lo que hace, y si lo supiera, la vergüenza no deja que admita que está en un error.
Claro que esto es también si la que le dice es alguien en quién esa persona no tiene la confianza necesaria, por lo tanto, nunca lo va a decir. Para cerrar, una promesa no cumplida es una falta de respeto hacia el que la hizo.
¿La mentira es un compromiso?
La afirmación la «mentira es un compromiso» plantea una perspectiva interesante sobre la naturaleza de la mentira y sus implicaciones en las relaciones humanas y en la comunicación.
La mentira se define generalmente como la comunicación intencionada de información falsa o engañosa con el propósito de engañar a alguien. Puede manifestarse de diversas formas, desde omisiones sutiles hasta falsedades elaboradas, y puede tener diversas motivaciones, como evitar conflictos, proteger sentimientos o manipular situaciones.
Cuando alguien elige mentir, en cierto sentido está haciendo un compromiso, aunque este compromiso no sea ético ni positivo. Este compromiso implica una decisión consciente de distorsionar la verdad, lo que puede tener repercusiones en las relaciones interpersonales.
La persona que miente asume la responsabilidad de sostener esa mentira, lo que puede requerir un esfuerzo continuo para mantener el engaño. Esto puede convertirse en un compromiso emocional y mental que afecta su bienestar.
La mentira, al ser un compromiso hacia una falsedad, puede erosionar la confianza en las relaciones. Una vez que se revela la mentira, la confianza se ve afectada, lo que puede dar lugar a conflictos, resentimientos y rupturas en las relaciones.
Las personas a menudo esperan honestidad y transparencia en sus interacciones, y cuando se produce una mentira, el compromiso original con la verdad se ve traicionado. Las motivaciones para mentir pueden variar ampliamente, desde el deseo de proteger a otros hasta el intento de obtener beneficios personales.
En algunos casos, la mentira se presenta como un compromiso de lealtad hacia alguien, como en el caso de cubrir la falta de un amigo. Sin embargo, estas decisiones pueden tener consecuencias imprevistas y complicadas que afectan no solo a la persona que miente, sino también a aquellos que están involucrados.
Moralidad y ética
Desde una perspectiva ética, la mentira se considera generalmente un compromiso negativo. Muchas filosofías morales abogan por la honestidad como un valor fundamental en las interacciones humanas.
La mentira, al comprometer la verdad, puede ser vista como una traición a principios éticos que promueven la justicia, la transparencia y la empatía. En lugar de recurrir a la mentira, las personas pueden optar por la honestidad, incluso si esto implica enfrentar situaciones difíciles.
La comunicación abierta y sincera puede ser un compromiso que fomente relaciones más saludables y auténticas. Aunque la verdad a veces puede ser incómoda, abordarla con integridad suele resultar en un compromiso más sólido y positivo.
La afirmación «la mentira es un compromiso» resalta las implicaciones de la mentira en nuestras vidas y relaciones. Aunque puede parecer que la mentira ofrece una solución temporal, en realidad es un compromiso con la falsedad que puede tener consecuencias negativas en la confianza y la moralidad. Optar por la verdad y la honestidad, aunque a veces desafiante, puede conducir a relaciones más auténticas y satisfactorias.
La comunicación abierta
Es un concepto fundamental en las relaciones interpersonales, tanto en el ámbito personal como profesional. Se refiere a la capacidad de expresar pensamientos, sentimientos y necesidades de manera honesta y clara, creando un ambiente de confianza y respeto mutuo.
La comunicación abierta implica ser sincero y transparente al compartir información. Las características de esta forma de comunicación incluyen: Expresar lo que realmente se piensa y siente, sin ocultar información importante.
Utilizar un lenguaje claro y comprensible para evitar malentendidos. Valorar las opiniones y sentimientos de los demás, incluso si son diferentes a los propios. Prestar atención genuina a lo que los demás dicen, mostrando interés y empatía.
La transparencia en la comunicación genera un sentido de confianza entre las personas. Cuando los individuos son honestos y abiertos, es más probable que los demás se sientan cómodos compartiendo sus propios pensamientos y sentimientos.
Al expresar inquietudes y sentimientos de manera abierta, se pueden abordar problemas antes de que se conviertan en conflictos mayores. La comunicación abierta permite la resolución temprana de malentendidos y desacuerdos.
La comunicación abierta promueve la conexión emocional y la intimidad en las relaciones. Las personas que se sienten escuchadas y comprendidas tienden a tener relaciones más satisfactorias y duraderas.
En entornos colaborativos, como en el trabajo, la comunicación abierta permite que todos los miembros del equipo expresen sus ideas y opiniones, lo que puede conducir a mejores decisiones y soluciones creativas.