Indice de contenido
Ya no quiero ser alcohólica me decía una chica entrada en sus 30 años, con un aspecto como de 50. El alcoholismo es una de las adicciones permitidas por ley, pero esto no quiere decir que todos podemos ser alcohólicos, no señores-as y señoritas. Cuando alguien te dice algo como esto:
«Soy alcohólica y necesito de tu ayuda, la verdad es que en este momento no sé como comenzar, porque es muy difícil para mí aceptar que soy alcohólica. No sé como hacer para dejarlo y vivir una vida normal, siempre que dejo a los pocos días vuelvo a tomar. Necesito de tu ayuda».
Para empezar y espero que todos tomen consciencia de hasta dónde se puede llegar, al menos cuando alguien no piensa, entiende y comprende lo que está pasando en la vida de ellos. Nadie puede decir que sabe lo que hace, ya que en ese mismo instante no tiene idea de lo que ha dicho.
Ya no quiero ser así
Desde luego que si eres una persona que tienes preparación y no me refiero, a la que se recibe en universidades ni nada parecido, ya que para aprender lo puedes hacer por tu cuenta y lo haces mejor, ¿Por qué? Pues por lo más simple, nadie te empuja solo tienes un deseo sano de aprender.
La preparación viene en todo lo que te enseña a ser cada día de tu vida, mejor en todo. Esto te da para que puedas saber en qué momento, algo se cruza en tu camino que no está bien y por ello, te ponga en el dilema de «No sé qué hacer» por esto como todo cobarde recurres a lo más fácil.
Esto es esconderte, ¿De qué manera? Pues en el alcohol. No voy a ser inconsecuente con este tipo de mal, ya que hubo tiempos en que no sabía nada de procesos emocionales, me dediqué a beber casi todos los días durante mucho tiempo, sé lo que se siente estar metido es ese vicio.
Todo porque no entendía lo que me estaba pasando, este proceso se da en todos los que están en ese vicio, ahora, claro que hay ciertas diferencias pero eso es en la forma en la que entras, no en lo que hace que sigas, el proceso es igual en todos y lo sé porque soy un profesional experto en miedos, ansiedad y adicciones.
Cuando alguien dice que no sabe cómo dejar el vicio del alcoholismo, da una clara señal de lo que tiene en mente, esto es que lo único que tiene es el alcohol pero lo que no saben, es que detrás de esta imagen hay otras que son el detonante para que lo busquen como paliativo emocional.
¿Qué es el alcoholismo?
El alcoholismo, también conocido como trastorno por consumo de alcohol, es una enfermedad crónica caracterizada por la incapacidad para controlar el consumo de alcohol a pesar de sus consecuencias negativas.
Las personas que sufren de alcoholismo suelen experimentar una fuerte necesidad de beber, pérdida de control sobre la cantidad que consumen y una tolerancia creciente al alcohol, lo que significa que necesitan beber más para obtener el mismo efecto.
Las personas con alcoholismo sienten una fuerte necesidad o compulsión de consumir alcohol, incluso cuando saben que les está causando problemas. Tienen dificultad para limitar la cantidad de alcohol que beben, y una vez que comienzan a beber, les resulta difícil detenerse.
Con el tiempo, desarrollan tolerancia, lo que significa que necesitan consumir más alcohol para sentir los mismos efectos que antes. Si dejan de beber, pueden experimentar síntomas de abstinencia como temblores, sudoración, náuseas, ansiedad e irritabilidad.
El alcoholismo puede afectar gravemente la salud, las relaciones, el trabajo y la vida social. Los bebedores pueden continuar consumiendo a pesar de las consecuencias negativas en estas áreas.
El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede causar daño hepático (cirrosis), problemas cardíacos, trastornos digestivos, daño cerebral, debilitamiento del sistema inmunológico y un mayor riesgo de cáncer.
Puede contribuir a la depresión, ansiedad, trastornos del sueño y problemas de memoria. A menudo, el alcoholismo coexiste con otros trastornos emocionales. El alcoholismo puede afectar negativamente las relaciones personales, la productividad en el trabajo y la capacidad para mantener responsabilidades.
El tratamiento del alcoholismo puede incluir terapia, asesoramiento, programas de desintoxicación, y en algunos casos, el uso de medicamentos para reducir los deseos de beber. La recuperación suele requerir apoyo emocional y social, y es un proceso a largo plazo que implica un cambio en el estilo de vida y en las actitudes hacia el alcohol.
¿Cómo identificar lo que detona?
Esto es de lo más simple, ¿Qué es lo que se te viene a tu mente en el momento en que piensas en algo que te molesta? Desde luego que se te viene tu problema emocional pero, después de esto lo que te sobresale es la bebida, esta no necesariamente debe ser una botella de licor aunque suele pasar.
Puede ser que se venga una imagen de momentos en que pasaste muy bien en alguna diversión, esto se da porque tu mente busca alguna sensación de emoción, como respuesta a lo que sientes en ese momento, el resultado de lo uno con lo otro es que bebes. Desde luego que no debes olvidar a los «Amigos».
Recuerda que una persona tiene una frecuencia mental igual, como si fueras una emisora de señal de ondas, esta frecuencia solo la tiene alguien que está en las mismas circunstancias que tú, por esto es que se te hace bien difícil salir en dónde estás metida. Lo único que encuentras con ellos-as es la misma dosis de dolor sin solución, ¿Por qué? Si la tuvieran no van a estar bebiendo.
Lo digo por experiencia personal, estuve así y no salía por eso, lamentablemente las experiencias siempre son negativas, lo único que se aprende es a sufrir y cada vez se encuentra una forma diferente. Con esto la pregunta, ¿Quieres salir del alcohol?
Ya no quiero seguir en este camino
Como ya sabes todo tiene un inicio y eso desde luego que tu lo iniciaste, por esto, lo primero que debes hacer es reconocer que tienes el problema y por lo cual deseas salir de ahí, de ahí viene que debes buscar que clase de imágenes te viene a la mente en el momento en que te encaminas a beber.
Como el caso de la chica del mensaje que está al comienzo de este artículo, ella hace lo posible hasta se aleja por unos días, pero esto no es suficiente y está bien claro que no, por lo tanto, debes entender que nadie se mueve sin que tenga un programa mental para hacerlo.
Por esto es que tú caminas, es decir, lo haces porque ya es una actitud que no necesitas pensar si lo haces o no, lo mismo pasa con el alcoholismo ya que debes tener un programa mental que te hace dar el paso para beber, bien, esto es lo que debes investigar.
Cualquier cosa, ¿Qué piensas en el momento en que te pones triste, deprimida, preocupada o lo que sea para que te sientas mal? Esto genera unas imágenes mentales, hay momentos en que no son simples imágenes porque son como vídeo y eso es peor porque lo vives en el momento en que lo piensas.
Eso es lo que hace que bebas, por esto si es que tienes los medios para ir con un programador neuro-lingüístico es más rápido, debe haber alguien en tu zona en la que vives. Al quitar todo eso y se cambia con algo agradable, adiós a la bebida. Así me la quité pero esto fue hace más de 20 años, con esto ya no necesitas decir, «Ya no quiero ser alcohólica».
El alcoholismo no se hereda según la P.N.L.
Desde el punto de vista de un programador neurolingüístico (PNL), la herencia de enfermedades o conductas problemáticas como el alcoholismo no es vista como un destino ineludible.
En la P.N.L. se cree que muchos de los comportamientos, creencias y patrones negativos que adoptamos provienen de aprendizajes o programaciones pasadas, que pueden ser modificados o reprogramados.
Se sostiene que el alcoholismo es el resultado de patrones mentales y emocionales que una persona ha aprendido, ya sea por influencia familiar, social o experiencias personales. Estos patrones no están «predestinados» por la genética, sino que son fruto de un aprendizaje que puede ser reprogramado.
La P.N.L. trabaja en cambiar la forma en que una persona percibe y responde a sus deseos de beber, ayudando a reemplazar las creencias limitantes y las conductas adictivas con respuestas más saludables y funcionales.
A través de técnicas de P.N.L. como la visualización, la disociación y el anclaje, se pueden cambiar las asociaciones negativas con el alcohol y crear nuevas conexiones neuronales que permitan a la persona adoptar una relación más equilibrada con el consumo o eliminar completamente la necesidad de beber.
Si una persona tiene antecedentes familiares de alcoholismo, la P.N.L. no ve esto como una herencia inevitable, sino como una influencia o patrón que puede haber sido aprendido o reforzado por el entorno. A través de la P.N.L. se pueden trabajar esos patrones y eliminarlos, permitiendo a la persona crear nuevos modelos de comportamiento.
En resumen:
Para un programador neurolingüístico, el alcoholismo no es una condición heredada ni predeterminada. Es visto como un comportamiento aprendido que puede ser modificado mediante técnicas de reprogramación mental, enfocadas en cambiar los patrones emocionales, creencias limitantes y respuestas automáticas que llevan a la adicción. La PNL ofrece herramientas para que la persona recupere el control y transforme su relación con el alcohol.