Clarí historia cuántica 20 Clari huye de poste partido

20

Clarí huye de Poste partido

Se ha creado incertidumbre para todos, nadie sabe lo que está pasando, Martíno se ha vestido y no ha salido aun del cuarto, ¿Por qué? ¿Será que él se ha enamorado de ella? Martino sin esperar nada le ha dicho que quiere irse con ella, pero Clarí sabe que no puede ser, ellos hablando de amor encontrado y al mismo tiempo de amor rechazado sin darse cuenta que el asunto afuera esta muy caliente.

Mientras tanto el joven jefe de guardia le contesta a Nisoilá.

―Son una gente que ha llegado al pueblo y no se sabe para qué ―dijo el jefe de guardia.

―Tal vez han de ser turistas ―dijo tajante con supuesta ingenuidad.

― ¿Turistas?, serían los primeros que visten de igual forma y el mismo color y de paso armados hasta los dientes.

― ¿De qué forma visten?

―Visten uniforme militar negro y andan en dos vehículos de lujo grandes.

―Visten de negro, uniforme militar, y autos de lujo, eso me suena algo conocido, ¿Sabes dónde están estacionados?

―Si claro, están en el parque central frente a la Iglesia, a cuadra y media de aquí.

Novela de ficción

Clarí historia cuántica 20 Clari huye de poste partido

―Muy bien, hazme un favor, acércate al cuarto de Malva, ella es la chica morenita muy bonita, y por favor dile que se venga en este momento pero ¡ya! ―Nisoilá sabía que esa forma de vestir es de alguien que se dedica a lo peligroso como guardaespalda de un mafioso y eso, es algo que la pone muy nerviosa sabiendo quién está con ella.

―Muy bien señora en este momento.

Nisoilá sospecha de algo, pero no está segura pero sí sabe que sí es lo que ella piensa, puede ser fatal para Clarí y tal vez para todas. Nisoilá una mujer de experiencia y que en algunas ocasiones ha tenido que tratar con este tipo de gente, sabe muy bien que si se comprueba lo que ella sospecha, los minutos son escasos y por lo tanto tiene que moverse más rápido que el rayo, ella empieza a calcular cómo salir de ahí, así que consulta con el joven jefe de guardia.

―Discúlpeme joven, ¿Hay alguna forma de salir de aquí sin que sea por la puerta de entrada?

―Claro que sí señora, por la salida de escape privado de mi jefa, la vira vuerta.

― ¿Que tengo que hacer para usar esa puerta?

―Hay que hablar con ella nada más, ¿Porque me pregunta eso?

―Mire joven, tengo una sospecha que una de mis chicas y estoy hablando de la mejor, está en peligro de muerte, creo aunque no estoy segura que esos hombres que están afuera, están buscando a Clarí, y no es para conversar… ya puede imaginarse para qué… lo que me extraña es que si ya saben que ella está aquí, ¿Por qué no han entrado a cumplir con su misión?

―Puede ser que estén esperando algo, además no se preocupe porque mi jefa es muy buena gente, y si usted le pide ayuda ella se lo va a dar.

Más incertidumbre porque ahora esa sospecha se está convirtiendo en una realidad, el dilema de si es o no es que tiene mal a más de uno. Nisoilá nunca pensó que tarde o temprano iba a pasar eso, pero el momento ha llegado aunque no está segura y hay que tomar las medidas correspondientes, Malva a recibido el comunicado y se acerca a su madrina a ver qué pasa.

―Madrina  discúlpeme, no pude venir más rápido porque tenía un cliente, pero dígame ¿Qué está pasando? ―preocupada preguntó Malva.

―Aún no pero sospecho y estoy un poco preocupada por lo que está pasando con algunos rumores, así que quiero que vayas afuera y camines hacia la Iglesia y mires a esa gente que está parada ahí, a propósito ¿Tú conoces a la gente de Juan del Todo? O ¿Por lo menos sabes cómo se visten ellos?

―Claro que conozco madrina, en especial a su brazo derecho el que tiene complejo de comando, creo que se llama Jansí, además todos siempre andan vestidos de negro ―dijo Malva.

―Ya entonces no pierdas el tiempo.

―Madrina en este momento voy ―Malva partió a su misión.

―Joven jefe, por favor lléveme a donde su jefa, que quiero hablar enseguida con ella ―dirigiéndose hacia el jefe de guardia.

―Venga señora, y no se preocupe que ya hablé con ella ―dijo el jefe de guardia.

Nisoilá es trasladada a la oficina principal de la dueña y señora del bar vira vuerta, llega y entra a una oficina fuera de lo común y muy lujosa muy digna de su dueña, Nisoilá es recibida con los mejores halagos.

―Bienvenida querida, tengo un gusto enorme de tenerla aquí en esta humilde oficina, ya que nunca viene a hablar conmigo, puesto que siempre manda a una de sus ahijadas ―le decía Ringo alias la vira vuerta―. Hay no me haga caso querida y pase que está en su casa.

―Muy amable de su parte, pero no creo ser digna de tantos halagos, pero igual yo le agradezco mucho por su gentileza ―dijo Nisoilá.

― ¿A qué se debe tan noble visita?

―Tengo entendido que su jefe de guardia ya le ha comunicado algo, y vengo justo a eso, necesito que me ayude, una de mis chicas está en peligro y tiene que huir lo más pronto que pueda, pregunto, ¿Usted me puede ayudar?

―Claro que sí querida, es para mí un honor ayudar a tan noble niña, ¿Es urgente ya? O puede esperar.

―Todo depende del informe que me dé una de mis chicas que fue a ver de qué se trata, porque hay unos rumores medios raros entre la gente que está en el bar, por lo tanto, esperemos cinco minutos que si no llega, tendremos que hacer que Clarí huya.

― ¿Clarí? ¿Con Clarí es el problema? Con la mejor de todas no puede ser, que indignación. Siento mucho que una chica tan linda tenga enemigos de esa clase, pero no se preocupe Nisoilá, yo estoy presto a cualquier ayuda.

―Está bien yo le agradezco, y espero que no sea necesario porque no tiene idea con quien es el  problema.

De esa forma ya estaba arreglada la fuga, digamos la nueva fuga de Clarí aunque en ciencia cierta no se sabía que mismo era lo que pasaba, Ringo mandó a llamar al jefe de guardia y cuando llegó, le dio   instrucciones de lo que debía hacer y de toda la ayuda que debía prestar a Nisoilá, mientras tanto dos cuartos más adelante, se encontraba Martíno y Clarí conversando sobre las razones de las que no podía ir con él, le faltó poco rogarle a Clarí para que cediera a su pedido. El tiempo ha pasado y es hora de atender a otro posible cliente, Martíno se resiste a salir de ahí, Clarí con paciencia lo atiende en espera de que decida irse. Malva ha regresado de su misión y un poco alterada llama a su madrina.

― ¡Madrina! ¡Madrina! ―Llamó Malva.

―Está ocupada en este momento, está hablando con la dueña del bar ―le comunicó el jefe de guardia.

― ¡Por favor dígale que es urgente, que ya tengo la información que quería! ―Le decía desesperada Malva.

―En seguida voy, mejor sígame.

―Sí, es lo mejor, voy con usted.

De esta forma Malva tiene algo importante que decirle a su madrina Nisoilá y parece que es algo muy serio, de igual la ayuda está presta para ser utilizada y en buena hora, Clarí no tienen idea de lo que está pasando, en cuanto se lo digan…

―Aquí es señorita, anúnciese no más y entre ―le dijo el jefe de guardia.

―Mucha gracias ya lo voy hacer, permiso, ¿Puedo pasar? ―Preguntó Malva antes de ingresar a la oficina de Ringo.

―Pasa querida, estás en tu casa― le dijo Ringo.

―Gracias, discúlpeme un ratito, madrina tengo que decirle algo y es algo bueno.

―Adelante chica, informa, y no te preocupes que estamos entre familia, (gracias querida), así que adelante ―le decía Nisoilá que hable con confianza.

―Madrina, afuera está Jansí y un montón de matones, pero no veo a su amo… es fijo que viene atrás de Clarí ― dijo asustada.

― ¡Que! Entonces Juan del Todo ya mismo llega, ¡Corre y avisa a Clarí, que se vista rápido y venga urgente a la oficina de Ringo porque los hombres de Juan están aquí!

―Voy enseguida madrina.

Malva corrió al lugar donde esta Clarí y entró de improviso pensando que ella iba a estar desnuda en pleno acto amatorio, pero la sorpresa fue grande de ver que estaba vestida con un cliente, ella le da el aviso de inmediato.

―Clarí, corre amiga que aquí están los hombres de Juan ―le dijo Malva.

― ¡Qué!  ¡Hay Dios! Y ahora qué hago ―dijo Clarí.

― ¿Qué pasa? ―Preguntó Martíno muy sorprendido―. ¿Quién es Juan?

La presión que llegó de un momento a otro no dio tiempo a responder, ya que el tiempo apremia y lo más importante es tomar medidas de emergencia.

― ¡Necesito ayuda, por favor ayúdenme señor! ―Pidió Clarí a su compañero amatorio casual.

― ¡Apúrate vamos, tenemos que ir primero a la oficina de Ringo! ―Decía  Malva.

― ¿Pero qué pasa? ―Preguntó de nuevo Martíno.

―Por favor no pregunte señor, sólo quiero que me ayude ―le pedía Clarí a Martíno.

―Ya está bien, yo te acompaño a donde tengas que ir ―accedió sin pensar siquiera el riesgo que eso conlleva hacia su propia vida y por alguien que recién se acaba de ilusionar.

Entonces los tres salen del cuarto o habitación y se dirigen a la oficina de Ringo alias vira vuerta, y ya dentro, Nisoilá se sorprende de ver a ese desconocido, pero no era momento de preguntas solo de  tomar acción, así que Ringo le enseña la salida de emergencia y dándole unos consejos de antemano.

―Escúchame querida por esa puerta sales y vas a dar al otro lado de la cuadra, no vires a ningún lado sólo sigue recta, allá te espera un vehículo con las llaves puesta, supongo que vas al bus de Nisoilá porque pienso que vas a ver algunas cosas personales, pero no te preocupes el vehículo tiene tanque lleno y cómo te darás cuenta es nuevo, por lo tanto no te va a fallar, después que retires tus cosas del bus, cogéis la carretera que va a Naranja agria y cuando lleves 20 minutos viras a la derecha, te vas largo hasta Piñero y de Piñero viras a la izquierda y no paras hasta llegar a la gran ciudad, a propósito Clarí, llévate este teléfono, no te preocupes que el número de ese teléfono es nuevo por lo tanto todavía no está registrado, así que nadie te va a poder rastrear, mañana te llamo para qué me indiques dónde dejas el vehículo estacionado, y cuando lo hagas dejas el teléfono dentro, así que ve tranquila con la bendición de Dios ―muy emocionante la despedida.

―Yo le agradezco Ringo por la ayuda que me esta prestando, y te agradezco a ti tía por el tiempo que he estado contigo, gracias Malva por ser mi amiga, por favor me despiden de Raquel, Celestina, Ninfa y Enriqueta que las quiero mucho adiós, vamos amigo ayúdame y acompáñame, (Clarí), si tía dime.

―ven acá para darte un abrazo y un beso, te quiero mucho y no te olvides de nosotras ―le dijo Nisoilá.

―Gracias tía, y no me voy a olvidar de ustedes nunca, y a propósito voy a cambiar mi vida, gracias a ustedes chao ―dijo despidiéndose.

―Espera un momento, ¿Quieres llevarme solo de cargador y acompañante? Y hace 10 minutos no querías saber nada de mí, ahora, de aquí no me muevo si tu no me dices que vas estar conmigo para siempre ―dijo Martino de mal genio.

―Tonto, ¿Y a que crees que me refería con que voy a cambiar mi vida?

―Pues no sé.

―Es que me voy contigo a donde me quieras llevar, si eso era lo que querías hace un rato al extremo que insistías ¿Si o no?

―Si, esta bien… pero tengo que ir a conseguir dinero, yo no pensé que las cosas iban a salir así y tan rápido ―muy nervioso hablaba Martino.

―Por dinero no te preocupes que yo llevo suficiente como para empezar una nueva vida, pero con una condición ―dijo Clarí.

― ¿Cuál? ―Preguntó el afortunado de llevarse semejante mujer.

―No tienes que decir esto lo que ha pasado, a nadie, es por seguridad tuya y la mía ―dio una advertencia.

― Eso quiere decir que en este momento nos vamos bien lejos, y nadie se va a enterar, ¿Es eso?

―Si, ¿Eres Bruto o que? ―encolerizada se puso.

―Ya no me digas más y vamos rápido.

Cinco minutos antes de las ocho de la noche, Clarí y su acompañante con nombre desconocido puesto que es esa una de las condiciones de ella, parten rumbo al vehículo estacionado al otro lado de la cuadra, Martíno como caballero coge las llaves del auto y salen en veloz carrera en dirección, carretera vía a Naranja agria, sin darse cuenta ellos que van en la misma dirección dónde va a llegar Juan, a escasos 5 minutos de distancia en velocidad de auto, pero Martíno ni Clarí saben eso por lo tanto van tranquilos manejando a velocidad por dicha carretera. Hora de llegada de Juan del Todo al punto de encuentro es 8:20 minutos de la noche por lo tanto Jansí y un grupo de mercenarios se dirigen hacia el lugar.

―Disculpe señor Jansí, ya  van a ser las ocho de la noche, ¿Sé acuerda a qué hora  llegaba al patrón Juan? ―Preguntó Peke.

―Si claro, llega de 8:20 a 8:30 de la noche, a propósito ya tenemos que irnos a recibirlo, Peke dame cuatro hombres que me voy a recibir al patrón Juan.

―Si señor enseguida, atención los cuatro que están en ese vehículo acompañen al señor Jansí― ordenó Peke―.Usted también señor Adam por que necesitan el radar para saber seguro por dónde viene el patrón.

―Muy bien señor Peke, me uno al grupo con el líder de grupo.

―Si señor ―dijo el líder del grupo.

―Muy bien señor Peke se queda a cargo, yo me voy con estos hombres a las afueras del pueblo.

―Muy bien señor Jansí ―dijo Peke.

De esa forma el señor Jansí partió hacia las afueras del pueblo,  llevan  un pequeño retraso de cinco a 10 minutos en relación al vehículo que conduce Martíno acompañado de Clarí. 8:10 minutos Clarí ha llegado al bus e ingresa al mismo, saca dos maletas y un maletín pequeño pero en el momento del apuro ella regresa al bus con el maletín pequeño y regresa  en cinco minutos y ya está lista.

―Oye mujer, dos maletas grandes, tanta ropa llevas, y de paso la maleta más grande parece que no las ha abierto en mucho tiempo ―le dijo asombrado.

―Por favor señor, no me pregunte nada en este momento, pero sí se ha fijado en la maleta gigante, está así porque no he tenido necesidad de abrirla, pero cuando lleguemos a La Gran Ciudad hay si la voy a abrir, y ya no me pregunte más,¿Nos vamos?

―Está bien hermosura, todo aguanto con tal de estar al lado tuyo, entonces nos vamos a 150 kilómetros por hora ―con una sonrisa en los labios contento por lo que estaba pasando sin tener la mínima idea de qué era.

―Gracias señor, y como ya dejé esa vida a un lado, ahora sí puedo saber tú nombre y creo que tu ya sabes el mío.

―Yo también creo que ya es hora, mi nombre es Martíno y por ahí escuché que te dicen Clarí.

―Te voy a decir la verdad Martíno, yo estaba en ese burdel como dicen por ahí trabajando, y no porque me guste o porque necesito dinero pero lo hacía porque necesitaba esconderme, y cómo llevaba una vida clandestina mi nombre también lo es, por lo tanto mi nombre verdadero es Zulema, Zulema del Pasto, y quiero pedir de favor que respetes mi privacidad, de esa forma yo no sé nada de tu pasado y nunca te lo voy a preguntar, y tú no sabes nada del mío y quiero que nunca me preguntes, y no te preocupes por indagar en mis documentos porque no lo tengo, y puesto que ni siquiera sabes por qué y ni te vas a imaginar ―aclaró Clarí, ahora Zulema.

― ¿Así no más?

―Sí, así no más, de esa forma nos evitamos cualquier problema ―dijo Zulema.

―Bueno está bien, voy a confiar en ti porque en cierto modo a pesar que tienes un cuerpazo, además tienes un aire de niña adolescente, bueno qué más da, ya estoy metido en esto hasta el cuello.

―Martíno,  ¿Puedo decirte algo?

―Con tal de que no me digas que me vas a matar ―sonriente dijo Martíno.

―Quiero darte las gracias Martíno, que a pesar de que te estaba rechazando sin embargo me estás ayudando, aunque eso lleve a dejar tu casa, a propósito ¿Tú no estás casado no? O ¿Tienes hijos? Porque no quiero que pase algo malo con esto que estamso haciendo ―preguntó exaltada.

―No claro que no, porque justo he estado esperando un día como éste, conocer a la mujer más linda del mundo y a la más cariñosa, y ésa eres tú ―le dijo emocionado.

― ¿Sabes una cosa?

― ¿Qué cosa?

― ¿Sabe por qué regresé al vehículo de mi tía?

―No tengo ni idea ―dijo Martíno―. ¿Qué fuiste hacer ahí?

―Entré a dejarles un recuerdo a cada una de mis amigas y uno a mi tía.

― ¿Y de que se trataba?

―Algo sencillo, dejé una joya en cada cama.

― ¿Una joya? ―la mira con duda y extrañeza.

―Sí, una como ésta ―Zulema le enseñó una a Martíno.

―Caramba hija de Dios, eso vale una fortuna ―dijo asustado.

―Ah, no sabía, pero aquí tengo muchas más en el maletín.

―Dime la verdad, ¿Eres ladrona o qué? ―Preguntó muy preocupado.

―Nada que se le parezca, pero sí te digo que mi primer marido es muy rico, creo que es multimillonario ―comentó Zulema ―. Todo esto y lo que está en la maleta me lo dio  él, así que no te preocupes que no es robado, o ¿Acaso tengo cara de ladrona?

―No claro que no, pero tranquila que ya no te voy a preguntar nada, así que descansa que el viaje es largo.

Martíno y Zulema van rumbo a una nueva vida, llena de sorpresas y más sorpresas aunque claro eso lo van a notar con el tiempo, Zulema le ha dicho algunos secretos a Martíno, secretos que creo que Nisoilá lo sabía, Martíno no tiene idea con quien se ha metido pero va muy ilusionado y enamorado, por lo tanto va sordo, ciego, mudo y bruto pero bueno el amor es así y mientras dure feliz por ellos. 8:30 minutos y los hombres de Juan del Todo ya están esperando la llegada de él…Continuará capítulo 21

©Clarí una historia cuántica Todos los derechos reservados Roberto Sanahuano Escrita en el 2006 y registrada en el 2008 I E P I 030100