Clarí una historia cuántica 19 encontraron a Clarí

19

Encontraron a Clarí

―Se han reportado el grupo, uno, dos, tres, y cinco señor― informó Adam.

― ¿Qué pasa con el cuatro?― preguntó Peke.

―No se ha reportado todavía señor.

―Señor de las computadoras, ¿Cuál es el reporte de los cuatro grupos? ―Pregunto Jansí.

―Sin novedad señor.

― ¿Qué hora es Sr. Peke? ―Pregunto al señor Jansí.

―Son cinco minutos antes de las siete de la noche señor.

―Ya es hora que el grupo cuatro de su informe, Sr. Peke… ordene que se comuniquen con ese grupo y pidan informe.

―En seguida señor Jansí.

―Sr. Adam, comunicarse por radio con el grupo cuatro y pida informe ―ordenó Peke.

―Muy bien señor en seguida.

―Atención grupo cuatro, atención grupo cuatro, ¿Me copia?

― ¡Atención aquí el grupo cuatro! No nos pudimos reportar porque tenemos una información muy grande, favor comunicarle al señor Peke― informó el líder del grupo cuatro.

―Sr. Peke, me informa el grupo cuatro que tiene una información muy seria.

―Muy bien, dígales que se reporten en seguida, o mejor que den su ubicación para nosotros ir hacia allá sin demora.

―Muy bien señor… atención grupo cuatro déme su ubicación exacta que nosotros vamos allá.

Novela de ficción
Clarí una historia cuántica 19 encontraron a Clarí

―Atención, estamos ubicados en el parque central frente a la Iglesia, ¿Me copian?

―Muy bien.

―Señor Peke, me informan que están en el parque central frente a la Iglesia.

―Muy bien, entonces que se quéden ahí que ya vamos para allá― ordenó el señor Peke.

Con toda esa información que recibieron de parte del grupo cuatro, todos empezaron a prepararse como si iban a una guerra, se armaron y se equiparon, ya que hay la posibilidad de que esperen algún tipo de represalia por parte de los pueblerinos. El grupo completo sin darse cuenta, estaban dando comienzo al nuevo destino de algunas personas. El señor Peke se acercó al señor Jansí a darle el informe.

―Ya está señor Jansí, ya tenemos la información que requeríamos ―dijo contento el señor Peke.

― ¿Acaso preguntó qué clase de información es?

―Cierto, tiene razón, no sé qué tipo de información es, pero el líder del grupo cuatro dijo que es una información bien grande, presumo que es buena considerando a lo que venimos.

― ¿Ya dio la orden para ubicar el punto de encuentro?

―Sí señor, ya la di.

―Ahora de la orden para partir.

―Muy bien señor para allá vamos.

De esa forma se dirigieron todos al punto de encuentro con el grupo cuatro, Jansí y Peke están muy nerviosos, ya que sólo de pensar que tienen que tomar una decisión que no les va a gustar en lo más mínimo, hace que cada uno piense más de lo que deben. Mientras el grupo de matones se reúne, Martíno ya ha visto a Clarí y se ha quedado ilusionado y sin pena ni gloria, tomó la decisión y solicitó tener una cita con Clarí.

Martíno no sabe cómo se llama y recién apenas la a visto a través de un vidrio, el gran momento ya está, Clarí lo ha visto y le ha gustado por lo tanto aceptó la cita con él, pero desde luego con las condiciones ya establecidas de antemano por el guardia, recomendadas por ella desde luego, Martíno entra abre la puerta e ingresa… la dama bella y exuberante lo espera, de inmediato le señaló una máscara para que se la ponga. Al hombre de campo Martíno, nunca en su vida le había pasado una experiencia como esa, por lo tanto, aceptó las condiciones de ella y empezó el proceso amatorio y como dicen en mi pueblo, de la A hasta la Z, o de cabo a rabo.

Jansí y su gente llegaron al punto de encuentro y conversan con el líder del grupo cuatro.

―A ver, quiero el informe pero rápido.

―Escuche señor, nosotros anduvimos preguntando a la gente del pueblo, pero nadie quería decirnos nada porque nos veían uniformados de negro, muchos tienen miedo de hablar, pero cogimos a un borrachito que le ofrecimos dinero para que hable, y habló más que un loro y nos dijo, que era verdad que habían llegado un grupo de chicas y que en ese grupo, hay una que es que ha causado revuelo en el pueblo, entonces le preguntamos si sabía su nombre y nos dijo, Clarí ―dio el informe el líder del grupo cuatro.

― ¡Clarí!… Señor Jansí ¿Es ella? No puede ser ―Peke se quedó impresionado.

―Pero puede ser una coincidencia― decía Jansí.

―hay que salir de la duda señor Jansí, ordéneme para ir a investigar dónde se encuentra, para ver si es que es la señora Clarí ―con mucha duda quería hacer esa inspección para comprobar que no era ella.

―Tienes razón, (señor ya hice eso), ¿Qué cosa hiciste? ―Preguntó Jansí.

―Ya fuimos a investigar señor, y si es ella, porque nosotros entramos a un bar que se llama vira vuerta y quisimos entrar a verle a ella, y nos dijeron que solo entra el que ella elige, entonces yo me ofrecí para ver si me coge a mí, me llevaron a un departamento pequeño donde hay una ventana de vidrio y la vi a ella a través de esa ventana… es muy bonita, es más bonita en persona que en la foto, así que salí de inmediato y me reporté a ustedes ―dijo el líder del grupo cuatro.

―Sr. Peke, ¿Se acuerda usted cuál es nuestra misión? ―Preguntó el señor Jansí.

―Sí señor, es el D.A.E. como usted mismo lo dijo  señor.

―Entonces me toca a mí dar un informe a mi patrón Juan del Todo, y que de una vez termine esto.

ya no hay vuelta atrás, Todas las piezas están en supuesto y lo único que hay que hacer es el último movimiento, que por mucho que se resista Jansí no va a poder oponerse, como él sabe y todos los demás que son mercenarios y que por lo cual reciben un sueldo, lo único que le queda es obedecer, o, renunciar y atenerse a las consecuencias. Ahora Jansí tiene que comunicarse con su patrón Juan, ya que sólo él por el momento tiene la última palabra y a los otros les toca esperar, a menos que cambie de opinión, entonces Jansí coge el teléfono y lo llama.

―Buenas noches patrón, habla Jansí.

―Sí habla, qué quieres.

―Patrón ahora sí le tengo buenas noticias.

―Dímelas rápido que estoy ocupado.

―Patrón… la encontramos.

―Encontraron, ¿A quién?

―Encontramos a la señora Clarí.

― ¡QUÉ!

―A la señora Clarí, sólo a ella claro que por el momento, porque no tenemos idea dónde está Patricia, pienso que la señora Clarí tiene que saber.

―Muy bien Jansí te felicito, de mi parte felicita a tus hombres que han hecho una buena labor.

―Gracias patrón, hacemos más de lo que podemos para servirle con mucha satisfación a usted.

―Muy bien, yo lo sé y por eso les pago muy bien, bueno suficiente de halagos, Jansí, dime una cosa.

―Lo que usted diga señor.

― ¿Cómo está ella, sigue así de bonita?

―Bueno lo que escuché, es que está más bonita que en la foto.

― ¿Cómo que escuchaste?

―Le dije eso porque yo no la he visto, el que la vio fue el líder del grupo cuatro.

― ¿Y donde la vio el líder del grupo cuatro?

―Bueno señor, no sé cómo decírselo, es (ya dímelo), bueno está bien… si usted insiste ―dijo Jansí un poco nervioso.

―Si Jansí yo insisto, y dime la verdad, no escondas nada ―le advirtió.

―El líder del grupo cuatro, encontró a la señora Clarí en un sector señor ―por mucho que quería decírselo no podía.

― ¡Hijo de la gran puta! Ya sé que está en un sector PERO DÓNDE DENTRO DE ESE SECTOR.

―Patrón…este… (Ya dímelo) es que está dentro de un burdel pero eso dijo el líder del grupo cuatro ―Jansí cerraba los ojos en espera de un rayo que le caiga por lo que ha dicho.

― ¿Cómo que un burdel?

―Si señor como lo escucha, está adentro y justo en un reservado.

―Cuánto estará gastando esta mujer para que le permitan esconderse ahí ―tomando el mejor de los pensamientos.

― ¿Gastando, señor?

―Sí, gastando, tú sabes muy bien Jansí que nada viene gratis, y todo tiene su precio.

―Sr. con mucho respeto, ¿Puedo decir algo?

―Si claro.

― ¿Lo que sea?

― ¿Qué mierda te pasa a ti pendejo? Si me vas a decir algo, dímelo ya.

―Mire señor, la señora Clarí no está gastando por estar ahí, ella está cobrando, y como usted dijo que todo tiene su precio, ella tiene el suyo.

― ¡QUÉ! ¡¿Qué estás insinuando tarado?! ¿Cómo te atreves a mancillar el honor de una mujer noble?

― ¡Espere patrón! le estoy diciendo la verdad, si no me cree pregúntele a Peke, o también al líder del grupo cuatro ―muy asustado estaba con lo que había dicho, pero alguien tenía que hacerlo y el más indicado era él, Jansí.

En el momento que Jansí escuchó la noticia por parte del líder del grupo cuatro, en qué lugar se encontraba la señora Clarí, desde ya sabía que él estaba en peligro, conociendo la actitud incomprensible que tiene su patrón, por esa misma razón el asumió toda la responsabilidad, porque sabía que Juan en algo lo estimaba, por lo tanto, si él reaccionaba de una forma brusca podría frenarse por eso. El resultado de que vaya  otro a informarle a su patrón y peor en persona hubiera sido desastroso, ya que era fijo que Juan lo mataba en el primer momento de escuchar el lugar donde estaba su amada. Sin embargo, Juan ha reaccionado con mucha violencia, pero de igual forma Jansí trata en lo posible de que no llegue a mayor tal actitud.

―No puedo creer que una mujer tan delicada, tan sofisticada y poseedora de un glamour personal, haya tomado ese camino, sin siquiera tener un poquito de autoestima y de aprecio para sí misma. Me parece increíble…que dirán mis amistades si se enteran y fijo que mis enemigos puede que se enteren, tal vez pierda algo de respeto hacia esa gente por no haber hecho las cosas con tiempo, ¿Jansí, estás seguro que es mi Clarí la que está ahí, en ese burdel, porque yo entiendo que está de puta? ―la incertidumbre lo invadía y aunque sabía que podía ser así, trata de dar una imagen de ingenuidad.

―Mire patrón, cada soldado que contrato en su nombre, son personas con un récord muy alto de éxito, por lo tanto, si el líder del grupo cuatro me dice que es ella, yo le creo, sin temor a duda, y con honestidad, quiero de mil formas que él estuviera equivocado, recuerda patrón que usted me la encomendó para qué sea su guardaespaldas con un grupo de muchachos, y si ella a tomado esa decisión es porque sabe que usted la busca, y no para darle un abrazo, le digo esto patrón con mucho respeto y aprecio que le tengo ―Jansí sabía que se estaba metiendo en terreno peligroso pero debía hacerlo y más por su personal.

―Está bien Jansí, voy a tomar por un sí a lo que te pregunté, pero como tú sabes que ella está muerta desde hace mucho tiempo, lo único que ella ha hecho es demorar su destino.

―Entonces patrón ¿Cuál es su orden?

―Esperen ahí, sin despertar sospecha que ya voy para allá, a propósito ¿Donde están?

―Estamos con exactitud en el cuadrante 118, carretera principal pasando por naranja agria hasta llegar a Poste partido, y ahí estamos en el parque central frente a la Iglesia.

―Jansí dame el nombre del pueblo.

―Ya se lo dije patrón.

― ¿En qué momento? Si lo que me dijiste fue naranja agria, y ahí no encontraron nada, después me hablaste de un poste que ese ha partido, que no sé qué quiere decir eso, ahora lo que no me ha dicho es el nombre del pueblo.

―Patrón el nombre del pueblo se llama Poste partido.

― ¿Poste que?

―Ya le dije patrón así es el nombre.

―Bueno está bien, en vista que si me voy en vehículo estaría llegando mañana, Déjame ver qué hago, ya se, me voy en mi avión Harrier Jump Jet ―dijo emocionado Juan.

―Patrón dijo, ¿Harrier?

―Si, porque no, somos pocos los que tenemos este tipo de aviones para traslado.

―Pero patrón, un Harrier es para uso militar y que yo sepa usted es un civil.

―No te preocupes, mi avión es indetectable, tiene un sistema que simula como que fuera un helicóptero comercial, y de paso como está pintado de negro nadie lo ve de noche.

―Bueno patrón como usted diga, además nunca he visto un avión de cerca de ese tipo.

―No te preocupes  Jansí, ya lo vas a ver, dime una cosa, ¿Al entrar a ese pueblo hay una gasolinera?

―Si patrón, como cinco minutos antes de entrar, y no se olvide que es por la vía a Naranja agria.

―Ya está bien, calculando entre qué me voy a la pista, y despego si estoy llegando en menos de una hora, así es que te espero más allá de la gasolinera en una hora, ¿Escuchaste?

―Si patrón en una hora estoy ahí.

Tan poderoso es Juan que no le pesa gastar en un avión caro, ahora ya está en camino hacia Poste partido, para quien sabe qué, se dice que la va a matar pero quién sabe a lo mejor sólo quiere regresar con ella, pero como Juan es loco tal vez cumpla con su meta que la planteó hace mucho tiempo. El tiempo sin clemencia sigue pasando, 7:30 de la noche y la fiesta está encendida en el bar de la vira vuerta. Martíno pasó unos momentos imborrables que perdurará por siempre en su existir, y como siempre todo ser humano no es igual a otro, quién sabe a lo mejor su experiencia sea mejor que la de todos. De todas maneras valió la pena haber pasado ese tiempo con tan linda mujer. Martíno empezó a vestirse y para sorpresa de él, Clarí se acerca y le pasa la camisa ayudándole a ponérsela, Martíno mal entiende el gesto y él le coge de la mano, recibiendo un no por respuesta aclarándole que es parte de su trabajo, Martíno por un momento se emocionó pensando que tal vez ella se enamoró de él, como no fue así, lo tomó como rechazo causándole un estado de nostalgia.

De pronto se escucha afuera que hay una especie de rumor, Clarí se preocupa y no sabe a quién preguntarle, entonces se acerca hacia donde se paran los guardias y los ve que intercambian algunas palabras.

―Saben muchachos que los clientes están rumorando algo a fuera ―comentó guardia 1.

― ¿Y qué es lo que están diciendo? ―Preguntó guardia 2.

―La verdad no estoy bien seguro, pero el guardia  tres si escuchó bien ―decía el guardia 1.

Ellos como guardias tenían que estar al tanto de cualquier rumor que escuchaban dentro del bar, más por seguridad que por otra cosa. El guardia dos quiere estar seguro de qué es lo que está pasando, entonces se acerca el guardia tres y le pregunta.

―Guardia tres, ¿Me puedes decir cuál es el rumor que está rodando por el bar? ―Preguntó guardia dos.

―Enseguida, lo que pasa es que han llegado al pueblo un grupo como de 12 personas todos vestidos de negro y la mayoría están armados, y según tengo entendido dos de ellos ingresaron al bar el cual uno de ellos llegó hasta el reservado, todo estaba bien hasta que se retiraron sin separar cita ni nada, y como son citadinos todo el mundo aquí les puso el ojo siguiéndole todos sus movimientos, como todos los que están aquí claro que la gran mayoría son del campo, se ponen nerviosos a ver a esa gente, ahora, hace unos minutos me vino uno a conversar que se han estacionado en el parque central, junto con dos vehículos muy grandes y de lujo, ¿No te parece raro? ―Preguntó el guardia tres.

―Tienes razón, eso se ve muy raro, ¿Será que están siguiendo a alguien? ―Comentó el guardia dos.

Los rumores  han comenzado, los guardias y todos los clientes que están en el bar se han dado cuenta que algo está pasando, se han puesto un poco nerviosos, en todo el tiempo que viene funcionando el bar nunca ha pasado algo parecido. El guardia dos es uno de los más antiguos trabajadores de la vira vuerta y por lo tanto conocedor de todo lo que sucede en su alrededor, como es algo que afecta al bar se lo tiene que comunicar a su jefe, no pierde tiempo y se dirige hacia los reservados encontrándole en conversación con la señora Nisoilá.

―Jefe tengo algo que comunicarle ―Decía guardia dos.

―Disculpe un ratito señora Nisoilá, déjeme atender el asunto del guardia ―dijo el jefe.

―No se preocupe joven, atienda el asunto y después seguimos conversando ―dijo Nisoilá.

Con la aparente emergencia, Nisoilá se retira unos cuantos metros para que el jefe de guardia atienda a su subalterno.

―A ver, dime qué es lo que pasa.

―Señor la mayoría de los clientes están nerviosos, porque han llegado unos hombres y se han estacionado a un costado del parque central.

― ¿Y cuál es el problema?

―El problema señor, es que están armados, y son como 12, y dos de ellos ingresaron aquí inclusive ingresaron al reservado, pero lo raro es que salieron y ninguno de los dos hizo cita con algunas de las chicas.

― ¿Viste algo anormal en el asunto?

―Lo anormal que veo, es que se asomen a la ventana de vidrio miren por un par de minutos y se vayan, es como que vinieron a constatar si está alguien que están buscando, (¿Qué está pasando joven?), ya mismo le digo señora… guardia dos diga a los muchachos que se pongan alertas, que saquen el armamento y se pongan listos a disparar por si acaso.

―No sé qué está pasando, pero hay mucha gente afuera que están buscando a alguien― comentó el  jefe de guardia.

Regresando a su puesto junto a la señora Nisoilá, hace un leve comentario que hace poner en alerta a la señora de la diversión para adultos.

― ¿De qué gente me habla joven?…Continuará capítulo 20

©Clarí una historia cuántica Todos los derechos reservados Roberto Sanahuano Escrita en el 2006 y registrada en el 2008 I E P I 030100