El peor invento el tiempo

El peor invento el tiempo. Entre todos los inventos del hombre, el tiempo a mi modo de ver las cosas, es el peor. En casi todo el mundo la gente vive, se mueve hasta se muere por el tiempo que sin sentir misericordia pasa sin dejar ningún rastro.

Pienso que un puntal principal en darse cuenta de que el tiempo en algo existe es cuando empezamos a recordar lo que ya pasó. Entonces ¿Cómo se explicaría lo que sucedió en comparación a lo que hay ahora?

Si la gente  guardara los resentimientos como lo hace con los momentos alegres, siempre viviríamos en el presente, pero resulta que nadie vive con los recuerdos alegres al menos no conozco a esa persona. Si usted vive con los momentos que le han hecho sentir bien, el tiempo no tendría sentido.El tiempo que nos crearon

Las razones para que suceda esto es porque casi todos tienen tendencia a dejarlo pasar por ser una emoción espontánea, lo que no sucede con los malos recuerdos que a pesar que nos hizo sentir mal le damos tanta importancia que siempre habrá una razón para recordar, ¿De qué manera? Pues reviviendo en tiempo pasado pero con sentimientos actuales.

El tiempo como base para todo

Cuando alguien cuenta algo de lo que le ha pasado a alguna persona que en supuesta manera es su «Amigo» siempre hay la consabida pregunta «¿Cuando fue que te pasó?» entonces obligadamente tienen que dar una fecha pasada, ya sea de horas, días, semanas que posiblemente sea meses incluso años, dando prueba de que usted tuvo que recurrir al tiempo.

Cuando se creo el tiempo se creo la responsabilidad al menos el que se siente digno de ser un personaje, jamás intentará quedar mal en algún pacto de compromiso en el que tenga que ver con fecha, es decir que si usted dice «Hay que hacer la reunión para la comitiva» enseguida ponen un plazo pero nadie lo hace en el momento.

Ahora, ¿De qué manera se podría hacer la reunión en el momento? Pues tomando como responsable a alguien que se encargue de avisar a todos los que puedan intervenir en dicha reunión, pero lamentablemente es muy posible de que todos van a decir que no pueden porque tienen el tiempo ocupado aunque no sea así, ¿Por qué?

El tema de la fecha posterior

Pues porque están acostumbrados a que todo se haga en fecha posterior con el riesgo de que aun así no vaya, por un posible compromiso intermedio o que tal vez ya estaba pactado con anticipación. Total, el tiempo nos ha domesticado ya que nadie osa ponerse enfrente, ¿Por qué no lo hace? Pues porque no tiene tiempo.

Hay regiones de África en el que si usted vive por los alrededores sería casi difícil vivir ya que las cosas se mueven sin tiempo, todo lo hacen en el momento o cuando se puede es decir, si usted va a un taller de cualquier cosa y encarga un trabajo y por norma suya pregunta, ¿Cuándo estará? La respuesta que le darán será «Cuando esté» o sea no le dan fecha ni hora. Con esto está claro que el peor invento, el tiempo.

El tiempo el pasado y el presente

El tiempo es un concepto que ha fascinado a filósofos, científicos y pensadores a lo largo de la historia. Nos enfrentamos constantemente a preguntas sobre su naturaleza, su relación con nuestra existencia y su posible uso como herramienta de control.

En esta exploración, reflexionaremos sobre si el tiempo es realmente necesario para vivir o si, por el contrario, es simplemente un constructo utilizado por las élites para mantener el control sobre la sociedad.

Desde un punto de vista físico, el tiempo se define como una medida del cambio. En la teoría de la relatividad de Einstein, el tiempo y el espacio están interrelacionados, formando un continuo espacio-temporal.

Este concepto revolucionó nuestra comprensión del tiempo, sugiriendo que no es una entidad absoluta, sino relativa y dependiente de la velocidad y la gravedad. Sin embargo, más allá de la ciencia, el tiempo también tiene una dimensión psicológica y filosófica.

Para los seres humanos, el tiempo es percibido de maneras diferentes. A veces, parece volar; en otras ocasiones, se siente interminable. Esta subjetividad nos lleva a preguntarnos: ¿Es el tiempo una necesidad inherente a nuestra existencia, o es una construcción social que puede ser cuestionada?

El tiempo en nuestra vida diaria

La mayoría de nosotros vive dentro de un marco temporal que organiza nuestras actividades y estructuras nuestra realidad. Desde el calendario que marca los días hasta el reloj que determina nuestro horario, el tiempo es una constante en nuestras vidas.

Las horas, los días, los meses y los años moldean nuestras experiencias, nuestros recuerdos y nuestras expectativas. Sin embargo, este marco temporal también puede ser limitante.

La presión por cumplir con plazos, las rutinas y las expectativas sociales pueden generar ansiedad y estrés. La obsesión por el tiempo puede alejarnos de la experiencia del momento presente, llevándonos a vivir en un estado de constante prisa y preocupación por el futuro.

El pasado tiene un impacto significativo en nuestras vidas. Nuestras experiencias pasadas moldean nuestra identidad y nos enseñan lecciones que influyen en nuestras decisiones actuales.

La memoria juega un papel crucial en la forma en que percibimos el presente y planificamos el futuro. Sin embargo, el pasado también puede convertirse en una carga. Las heridas emocionales, los traumas y los arrepentimientos pueden atormentarnos, impidiéndonos disfrutar del presente.

En este sentido, el pasado puede actuar como un obstáculo, limitando nuestra capacidad de vivir plenamente. Este fenómeno sugiere que, si bien el tiempo puede ser necesario para aprender y crecer, también puede ser un medio de sufrimiento.

La ilusión del control

A lo largo de la historia, las élites han utilizado el tiempo como una herramienta para controlar a las masas. La imposición de horarios rígidos, la estructura de la jornada laboral y la regulación del tiempo en la educación son ejemplos de cómo se puede manipular la percepción del tiempo para mantener el orden social.

El tiempo se convierte en un mecanismo de disciplina que fomenta la obediencia y la conformidad. Al establecer normas y expectativas temporales, las élites pueden garantizar que las personas se ajusten a un modelo de comportamiento que beneficia a quienes están en el poder.

Esto plantea la pregunta: ¿es el tiempo una necesidad real o simplemente una forma de control social? A medida que exploramos la naturaleza del tiempo, es esencial considerar la posibilidad de vivir de manera diferente.

Muchas tradiciones espirituales y filosóficas enfatizan la importancia del momento presente, sugiriendo que el verdadero significado de la vida se encuentra en la experiencia actual, más que en las preocupaciones sobre el futuro o las reminiscencias del pasado.

La práctica de la atención plena nos invita a centrarnos en el presente, liberándonos de las ataduras del tiempo. Al aprender a vivir en el ahora, podemos experimentar una mayor conexión con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Desafiar las convenciones temporales impuestas por la sociedad puede llevar a una vida más auténtica. Al cuestionar la necesidad de seguir un horario rígido, podemos encontrar un sentido de libertad y espontaneidad.

El tiempo como constructo social

El tiempo, tal como lo conocemos, es en gran medida un constructo social. Las divisiones en horas, días y años son convenciones que hemos creado para facilitar la organización de nuestras vidas.

Otras culturas pueden tener percepciones completamente diferentes del tiempo, lo que sugiere que no existe una única forma «correcta» de entenderlo. Algunas sociedades valoran el tiempo de manera diferente.

Por ejemplo, en muchas culturas indígenas, el tiempo se percibe como cíclico en lugar de lineal. Esta visión del tiempo fomenta una conexión más profunda con la naturaleza y con los ciclos de la vida, desafiando la noción de que el tiempo es un recurso limitado.

Entonces, ¿es necesario el tiempo para vivir? En cierto sentido, el tiempo es fundamental para nuestra existencia, ya que marca el ritmo de nuestras experiencias y nos permite aprender y crecer.

Sin embargo, también es crucial reconocer que el tiempo no es una entidad absoluta, sino un constructo que puede ser cuestionado. La relación que tenemos con el tiempo puede determinar cómo vivimos nuestras vidas.

Al adoptar una perspectiva más flexible y menos rígida sobre el tiempo, podemos liberar nuestras mentes de la presión constante que impone y permitirnos disfrutar del presente. Así, en lugar de ver el tiempo como un medio de control, podemos aprender a verlo como una herramienta que, utilizada sabiamente, nos ayuda a vivir plenamente.

En última instancia, el verdadero desafío radica en encontrar un equilibrio entre aprender del pasado, vivir en el presente y planificar para el futuro. Esto nos permitirá liberarnos del control impuesto por las élites y abrazar una existencia más auténtica y significativa, donde el tiempo se convierta en un aliado en lugar de un enemigo.

Datos

1 comentario en «El peor invento el tiempo»

  1. Hola,
    Estaba buscando algún artículo que hablara sobre cómo mejorar la productividad y el rendimiento, y lo que más se acercó e eso es este artículo, aunque por lo que veo no habla mucho de eso.
    Aunque el tiempo sea un invento, supongo que la idea es aprovechar los momentos de la mejor forma, o sea, obteniendo productividad o buen rendimiento.
    En ese aspecto, alguna vez escuché que el rendimiento se podía aumentar mediante 3 cosas.
    1.- Incrementar el estado de alerta o de atención.
    2.- Incrementar la energía disponible
    3.- Incrementar el conocimiento y nivel de experiencia
    El primer punto, hablaba de que para tener mejor rendimiento había que mejorar nuestras imágenes mentales, haciéndolas más claras, así, uno podía mejorar su nivel de imaginar y recordar algo.
    Qué nos puedes decir al respecto ?
    Gracias.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.