Decídase a vivir la vida con sabiduría

Decídase a vivir la vida con sabiduría. Existe en el mundo la sabiduría y quién sabe si en todo el universo  y por eso pregunto, ¿Ha pensado en tener sabiduría? No crea que es solo privilegio de sabios. Decídase a vivir la vida con sabiduría. Hoy hice una pregunta a algunas personas sobre si les gustaría ampliar su sabiduría y las respuestas fueron desde «Pero si tengo sabiduría» «Hay que ser muy inteligente para tener» incluso hubo una persona que me dijo: «hay que saber mucho y aprender todo».

El caso es que casi todos no saben en sí lo que es tener sabiduría incluso una tierna niña de 9 o 10 años de edad que por ser tan tierna es comprensible y muy sabio el darse cuenta que ella en su edad me dijo «¿Entender?» que es mucho más que una simple respuesta.

La sabiduría no es simplemente conocimientos, es decir, conocer ya sea por lectura o por visión lo que posiblemente sea la verdad de algo. Muchos mal entienden que la sabiduría no significa guardar todo de todo en la cabeza, o sea, utilizar el cerebro como un simple cuarto de chucherías.

Decídase a vivir la vida con sabiduría
Vivir la vida

El conocimiento vale oro

Si por ahí alguien me dice que no es chucherías, simplemente le contestó que sí, ¿Las razones de tal acertamiento? Pues la verdad que si usted lee y lee o se pone a ver documentales todos los días y después se la pasa preguntando a todos los que pueda sobre cualquier cosa y en eso no está mal, lo que está mal es que simplemente lo haga en pro de guardar como si fuera una enciclopedia.

Lo que pasa a ser es una base de datos que lo único que nos dice que esto es así pero no por qué es así, entonces, ¿Para qué me sirve saber de todo si no sé cómo aplicar lo que sé? Conozco gente que se jacta que saben muchas cosas incluso cuando hablan ante los demás utilizan frases de personajes,  como clara señal de que sabe de muchas cosas pero.

Cuando se necesita de que dé una clara explicación de algo y desde luego que para que lo pueda hacer primero lo tiene que entender, pues es ahí que se quedan. Dicho de otro modo, la sabiduría es la aplicación de una verdad a un comportamiento normal de las cosas. Ahora como lo entiendo y de una forma más simple, «La sabiduría es saber resolver los acontecimientos de una forma simple, sean estos corrientes, mecánicos o científicos».

Ahora, desde luego que si se trata de ciencia en este caso tiene que ser un científico el que los resuelva, ya que no se puede confundir peras con manzanas. De esta forma decídase a vivir la vida con sabiduría, aplicando la forma más simple a los acontecimientos que acaecen en su alrededor. ¿Tiene idea cuánto se podría ahorrar en tiempo y dinero si actuamos con sabiduría?

Sin miedo se puede todo

Al comienzo del artículo mencioné de una niña de apenas 9 o 10 años, pues resulta que esa niña con la edad que tiene ya me ha sorprendido en dos ocasiones, la primera fue hace dos años. Para muchos es imposible que una persona de esa edad pueda desenvolverse como una adulta y de una forma que uno se queda callado.

Resulta que cuando vino la primera vez, apenas tenía talla pero vino con un niño mayor que ella y mucho más alto, con decir que parecía que estaba hablando con la mamá del niño. Un comportamiento por de más educado, bien claro y de paso sin temor de nada y lo digo porque en ciertos momentos está niña alzó la voz como señal de que ella es la que habla.

Ahora se podría entender que esta niña que a la edad que tiene bien podía estar jugando con muñecas pero no, estaba dirigiendo una transacción mercantil en favor de su hermano mayor, entonces ¿Se puede entender que actuó con sabiduría? Claro que sí ya que supo que hablar y cómo hacerlo ante un adulto de 50 años.

Lo sorprendente de esto es que un día llegó a mi establecimiento y eso es ahora poco y por una casualidad, hice un comentario confiado que estaba delante de niños que en este caso esta niña que no sé como se llama y que está por lo 10 años o menos, me miró con atención y con una dulzura digna de una princesa me aclaró lo que yo entendí y que por supuesto estaba mal aunque a medias.

El conocimientos se adquiere

En la forma que me hizo esa aclaración es que me acordé de cierta niña de dos años atrás y resultó que es la misma persona. ¿Acaso se necesita ser sabio para tener sabiduría? No señores lo que se necesita es hacerse preguntas y usted responda pero de la forma cómo si usted es el beneficiado, pero tome en cuenta que la respuesta tiene que ser de comprobación es decir, que los resultados sean confiables y que no queden como simples teorías. Recuerde que usted se beneficia y a otros también aunque en cierta forma es así pero muchos no lo ven así. Decídase a vivir con sabiduría.

 ¿Hay que ser Inteligente para Tener Sabiduría?

La relación entre inteligencia y sabiduría ha sido objeto de debate a lo largo de la historia. Muchas veces se asocia la inteligencia con la capacidad de resolver problemas, aprender y adaptarse, mientras que la sabiduría se considera una virtud más profunda que involucra el juicio, la experiencia y la comprensión de la vida.

Un concepto popular dice que «a más viejo, más sabio», sugiriendo que con la edad viene la sabiduría. Sin embargo, ¿Realmente es necesario ser inteligente para ser sabio? ¿Es la sabiduría un resultado directo de la experiencia acumulada a lo largo de los años?

La inteligencia:  Se refiere generalmente a la capacidad de aprender, razonar, resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones. Puede medirse a través de diversas pruebas que evalúan habilidades cognitivas, como el coeficiente intelectual (CI).

La inteligencia puede ser dividida en varios tipos, como la inteligencia lógica, verbal, emocional y social. Por otro lado, sabiduría es un concepto más complejo que abarca el conocimiento profundo de la vida, la capacidad de tomar decisiones informadas y la habilidad de reflexionar sobre las experiencias pasadas.

La sabiduría implica no solo poseer información, sino también saber cómo aplicarla en situaciones cotidianas. Se asocia a menudo con la empatía, la comprensión y la capacidad de ver más allá de lo inmediato.

La relación entre inteligencia y sabiduría

A pesar de que inteligencia y sabiduría son conceptos distintos, existe cierta relación entre ellos. Las personas con alta inteligencia pueden ser más capaces de acumular conocimientos y aprender rápidamente, lo cual es un componente esencial de la sabiduría.

Sin embargo, ser inteligente no garantiza que una persona sea sabia. La inteligencia puede facilitar el aprendizaje, pero la sabiduría requiere un entendimiento más profundo de las emociones humanas, las relaciones interpersonales y las complejidades de la vida.

La sabiduría, por lo tanto, puede verse como una forma de inteligencia aplicada. Implica la capacidad de reflexionar sobre las experiencias, aprender de los errores y aplicar ese conocimiento para guiar decisiones futuras.

En este sentido, una persona puede ser muy inteligente, pero si carece de experiencia y reflexión, puede que no actúe con sabiduría. La idea de que «a más viejo, más sabio» proviene del reconocimiento de que con la edad generalmente se acumula más experiencia.

Las personas mayores han enfrentado diversos desafíos y situaciones a lo largo de su vida, lo que les permite desarrollar una comprensión más profunda de los matices de la vida. Sin embargo, no todos los ancianos son sabios. La acumulación de años no siempre se traduce en sabiduría.

La sabiduría a menudo requiere una reflexión activa sobre las experiencias vividas. Una persona mayor que ha pasado por varias experiencias difíciles, pero que no ha reflexionado sobre ellas, puede no ser más sabia que una persona más joven que ha aprendido de sus errores y ha aplicado ese conocimiento.

La importancia de la reflexión

La reflexión es un componente clave en el desarrollo de la sabiduría. Aquellos que dedican tiempo a considerar sus experiencias, evaluar sus decisiones y aprender de sus fracasos están más inclinados a desarrollar una comprensión profunda de la vida.

Esta capacidad de reflexión puede ser cultivada a cualquier edad. Por lo tanto, las personas jóvenes pueden ser igualmente sabias si son reflexivas y están dispuestas a aprender de sus experiencias.

Un ejemplo de esto puede verse en jóvenes que participan en actividades de voluntariado o en programas de mentoría. Estas experiencias a menudo les brindan la oportunidad de aprender sobre la vida desde diversas perspectivas y les permiten desarrollar una comprensión más profunda de las emociones y las relaciones humanas, contribuyendo a su sabiduría.

La inteligencia emocional también juega un papel crucial en la sabiduría. Aquellos que tienen una alta inteligencia emocional pueden entender mejor sus propias emociones y las de los demás, lo que les permite tomar decisiones más informadas y equilibradas.

Esta capacidad de empatía y autoconocimiento es fundamental para la sabiduría. En este sentido, no se necesita ser extremadamente inteligente para ser sabio; a menudo, la sabiduría puede encontrarse en aquellos que poseen una fuerte inteligencia emocional.

La capacidad de escuchar, comprender y conectar con los demás puede ser tan valiosa, si no más, que la capacidad de razonar lógicamente. Es interesante observar que la percepción de la sabiduría varía entre diferentes culturas.

En algunas sociedades, la sabiduría es altamente valorada y se asocia con el respeto a los ancianos. En otras, la innovación y la creatividad de las generaciones más jóvenes son celebradas. Esto demuestra que la sabiduría no es un atributo universalmente definido; más bien, es una construcción cultural que puede tomar muchas formas.

Conclusión

En resumen, la relación entre inteligencia, sabiduría y edad es compleja. Si bien la inteligencia puede facilitar la adquisición de conocimientos, no es un requisito indispensable para ser sabio.

La sabiduría se cultiva a través de la experiencia, la reflexión y la inteligencia emocional. A pesar de que el envejecimiento a menudo se asocia con una mayor sabiduría, esto no es una regla inamovible.

La sabiduría se puede encontrar en personas de todas las edades, siempre que estén dispuestas a aprender de sus experiencias y a reflexionar sobre ellas. En última instancia, ser sabio es un viaje personal que implica no solo la acumulación de conocimientos, sino también la capacidad de aplicar esos conocimientos en la vida diaria de manera significativa y empática.

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