La domesticación de un niño

La domesticación de un niño es eso, lo que se da a entender de que no educamos como se debe sí no que a los niños y en especial, cuando se quiere un «hijo bueno» (pienso que está por demás decir que cuando se nombra por hijo se refiere también a hija) se lo premia para que eso suceda.

En la mayoría de los casos, si sucede lo contrario como si llega a ser un hijo malo, pues se lo castiga que por lo general era y pienso que aún lo hacen en la mayoría de las casas, con violencia físicamente. Esta forma de actitud de los padres hacia los hijos no es educación por una sencilla razón, los padres al actuar con violencia están demostrando lo que en verdad son.

Esto es que si actúan así es eso lo que dan o lo que se puede entender, como el espejo de los hijos son los padres por lo tanto, si ellos ven en sus padres violencia pues es eso que van a dar, claro que en su corta edad no entienden en sí lo que es actitud pero lo que hacen es imitar y muchos lo llegan hacer muy bien.

La domesticación de un niño

¿Qué es la domesticación de un niño?

Ahora es en este momento en que empieza la domesticación de un niño, como si fueran animales domésticos ¿De qué forma? Pues que el padre al darse cuenta de lo mal que se «Portan sus hijos» tratan de una o más forma de comprar una actitud prefabricada por ellos para los hijos, por lo tanto, viene el premio por aquel que se porte de lo mejor, los hijos en vista que ven una oportunidad de obtener algo, algunos si lo hacen pero otros no.

El hecho de que algunos de los hijos no hacen por portarse bien, es porque aprendieron que si presionan pueden obtener algo mejor que el premio anterior. En algunas ocasiones les sale mal su acto porque el padre y en vista de que no obtiene lo que quiere, pues aplica el consabido castigo que en algunas ocasiones es severo.

Una actitud por la que se ve como comprensible el ser severo con los hijos, ya que el premio no resultó. Han escuchado alguna vez la frase «Te doy todo lo que quieres, entonces ¿Por qué te portas mal?» Si la he escuchado y la he dicho por lo que admito que algo falló en mi actitud de educador familiar.

Cuando la estrategia falla

Esto está claro que al decir esa frase, quiere decir que ha fallado el premio y el castigo por lo que la domesticación de un niño no es eficiente pero, en este caso, no se trata de domesticar sí no de enseñar a que sean unos excelentes niños. Es indudable que no se puede llegar al 100% pero con un 70% es aceptable.

Para que esto sea muy eficiente por lo menos en el más alto grado de bueno, no se debe aplicar el premio a cambio de una actitud, si lo haces, tú como padre tendrás más por inconsciencia crear el castigo que por voluntad, tú sabes que el castigo duele pero más duele el tener que aplicarlo a alguien a quien se ama, como son los hijos.

Para esto es preferible en primer caso educarnos y vernos primero nosotros cual si fuéramos espejos, es decir, vernos en si quién somos y que debemos corregir si es que hay algo, que veamos que no nos gusta, ahora no es tan fácil porque la única forma de que nos demos cuenta es reflejarnos en alguien.

Esto es para que de esa forma nos hagamos la pregunta, ¿Esto es lo que quiero para que mis hijos sean buenos? Desde luego que tú mismo dirás que no, pues entonces deberás y no tendrás (obligación) que hacer unos cambios para que en el momento en que tus hijos necesitan de ti como padre, les puedas dar unas buenas guías de vida.

¿Cómo saber si el padre falló en la educación del hijo?

La educación de un hijo es una tarea compleja que involucra múltiples factores y no siempre es fácil identificar si ha habido fallos. Sin embargo, hay ciertos indicadores que pueden sugerir que algo no ha ido bien en el proceso educativo.

Si un hijo muestra comportamientos deshonestos, falta de respeto hacia los demás, o no sigue principios éticos básicos, esto podría ser una señal de que en el hogar no se le ha inculcado un sistema de valores sólido.

La falta de orientación moral o el mal ejemplo pueden llevar a este tipo de fallos. Ejemplo: Un hijo que no respeta la propiedad ajena o que miente constantemente para evitar responsabilidades.

Uno de los errores más comunes en la educación de un hijo es no establecer límites claros desde una edad temprana. Si un hijo no entiende las consecuencias de sus acciones o tiende a desobedecer sin consecuencias, esto puede ser un reflejo de una falta de disciplina en el hogar. Ejemplo: Un hijo que siempre consigue lo que quiere haciendo berrinches o manipulando a los padres.

La sobreprotección es otro signo de que algo ha fallado en la educación. Si un hijo no es capaz de tomar decisiones por sí mismo, resolver problemas, o enfrentarse a la vida con autonomía, es probable que el padre no le haya dado el espacio necesario para desarrollar su independencia. Ejemplo: Un joven adulto que no puede tomar decisiones simples sin consultar a sus padres o que depende emocionalmente de ellos para todo.

Problemas de comunicación

Una señal importante de que algo no ha ido bien en la relación entre padre e hijo es la falta de comunicación efectiva. Si un hijo no se siente cómodo hablando con su padre sobre sus problemas, inquietudes o emociones, esto podría indicar que no se ha creado un ambiente de confianza. Ejemplo: Hijos que evitan las conversaciones importantes con sus padres por miedo a ser juzgados o incomprendidos.

Rebeldía extrema o falta de respeto

Aunque es normal que los hijos atraviesen fases de rebeldía, especialmente en la adolescencia, una rebeldía extrema que se mantiene a lo largo del tiempo puede ser un indicador de un fallo en la educación.

Esto puede surgir de una falta de autoridad en el hogar, una relación distante entre padre e hijo, o incluso de un ambiente excesivamente rígido que provoca una respuesta de rechazo. Ejemplo: Un hijo que constantemente desafía las reglas familiares o muestra desprecio por la autoridad paterna.

Si un hijo muestra una falta de motivación hacia su educación o hacia el trabajo, esto puede ser un reflejo de que no se le ha inculcado una ética de trabajo fuerte o que no se le ha motivado a desarrollar su potencial.

Un padre que no fomenta el valor del esfuerzo y la responsabilidad puede fallar en preparar a su hijo para enfrentar los desafíos de la vida. Ejemplo: Un hijo que abandona los estudios sin razón aparente o que no muestra interés en buscar empleo o mejorar sus habilidades.

Si un hijo adulto sigue dependiendo emocionalmente de sus padres para sentirse validado o completo, esto puede ser una señal de que no se le ha enseñado a ser emocionalmente independiente.

Los padres que resuelven todos los problemas de sus hijos o que no les permiten aprender de sus errores pueden estar contribuyendo a esta dependencia. Ejemplo: Un adulto que no puede lidiar con el fracaso o la frustración sin buscar consuelo inmediato en sus padres.

Falta de empatía o relaciones conflictivas

Los hijos que tienen dificultades para relacionarse de manera saludable con otras personas o que muestran una falta de empatía hacia los demás podrían haber crecido en un ambiente donde no se modelaron comportamientos empáticos.

La educación emocional es crucial, y si el hijo no ha aprendido a manejar sus emociones o a ponerse en el lugar de los demás, esto puede ser un indicador de un fallo en la crianza. Ejemplo: Hijos que tienen constantes conflictos con amigos, compañeros de trabajo o familiares debido a su incapacidad para entender las emociones ajenas.

El equilibrio es clave en la educación de los hijos. Un padre excesivamente autoritario, que no permite la expresión de emociones o la libertad de decisión, puede criar a un hijo resentido o incapaz de tomar decisiones por sí mismo.

Por otro lado, un padre permisivo que no establece reglas ni expectativas puede dar lugar a hijos que no comprenden los límites y las responsabilidades. Ejemplo: Hijos que crecen con resentimiento hacia sus padres por la falta de comprensión o, en el caso contrario, que no respetan ninguna autoridad debido a la permisividad.

Los hijos que no han recibido cariño y atención emocional durante su infancia pueden desarrollar inseguridades, baja autoestima y dificultades en sus relaciones personales. La falta de afecto y el desapego emocional pueden hacer que los hijos crezcan sintiéndose desvalorados o poco importantes. Ejemplo: Un hijo que siempre busca aprobación externa debido a la carencia de validación emocional en el hogar.

Conclusión

Aunque no existe una «receta perfecta» para educar a los hijos, es fundamental que los padres reflexionen sobre su papel en el desarrollo de sus hijos y se pregunten si están fomentando valores, independencia y empatía.

Si detectas algunos de los signos mencionados, es importante recordar que nunca es tarde para corregir el rumbo y mejorar la relación con los hijos, buscando siempre el bienestar emocional y personal de ambos.

Los buenos resultados

Si esto es bien pensado ya no se tendrá que recurrir a la domesticación de un niño, he visto casos en la actualidad y en pleno siglo moderno que, la recompensa se sigue utilizando y desde luego que el castigo también. Si por ahí se llegan a enterar que una madre ha castigado a un hijo, es pleno y bien seguro que esa madre tiene mucho conflicto emocional.

El hecho es que llega a pensar que la vida es bien dura para ella y no se merece un hijo malcriado, pero no, lo que no piensa es que ese hijo no se merece una madre con tantos problemas que no ha podido resolver, sea estos por complejos mal creados, ¿Por quién? Pues ya se tienen que imaginar, los padres y quién más ya que son los que están más cerca.

Es necesario aprender que a los hijos no se los domestica, se los guía. En el caso de que tu vida haya sido una completa cloaca, es necesario que la vida de tus hijos no debe ser así y con esto no digo «Denle todo lo que quieran», porque cada hijo debe saber que el merecimiento viene solo, pero para que llegue uno como hijo debe abrir camino, ¿Cómo se abre el camino? Pues actuando de la mejor forma guiado por mis padres. No debe existir la domesticación de un niño aunque algunos digan que no es eso.

2 comentarios en «La domesticación de un niño»

  1. Hola,
    Hoy hice un comentario en otro artículo, y era sobre mi pregunta de cómo se debe imitar a alguien y creo haber encontrado aquí la respuesta.
    Me refiero a donde dice:
    …vernos en si quién somos y que debemos corregir si es que hay algo (en este caso me gusta la actitud y rapidez y buenos resultados en ciertos trabajos que hace una persona) y la forma de hacerlo es reflejarme en ese alguien, o sea, en las actitudes y los resultados que esa persona tiene y yo no.
    Esto es para que de esa forma me haga la pregunta, ¿Esto es lo que quiero para que YO sea bueno o mejor ?
    Gracias.

    1. Hola, muchas veces el entendimiento no está en el momento porque puede que en ese momento algo se cruzó en tu mente que no te dio ese efecto, pero al ver, escuchar o en tu caso que has leído, algo detona la parte que faltaba para que la pieza ajuste y así el entendimiento llega y con eso la comprensión.

      Suscríbete a mi blog
      Gracias por el comentario
      Roberto Sanahuano
      Programador Neuro-Lingüista
      Terapias cambios personales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.