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Como ganar paz en momentos de crisis. En mis momentos de poca iluminación que me llega de vez en cuando, sin querer encontré como ganar paz en momentos de crisis, ahora si se preguntan ¿Cómo es posible de que un profesional como yo no tenga paz? Bueno a pesar que tengo muchas herramientas para solucionar cualquier tipo de problemas emocionales no dejo de ser humano.
Y como cualquier persona tengo mis momentos que se podría decir «Crisis» aunque siempre encuentro la forma, de mantenerlo a raya y así poder seguir hacia adelante, algo que para muchos es un poco difícil. Algo parecido pasó con un pastor evangélico que hace una semana se hizo un favor y se dio el adiós para siempre.
La pregunta es, ¿Cómo es posible que un pastor que en este caso dirige a personas por el buen camino se mate? Bueno lo más simple de explicar es que el no deja de ser un ser y por tal tiene sentimientos como cualquier persona, esto es que no está libre de tomar decisiones como cualquier persona que no está en sus cabales.
Esto es más fácil para una persona de tomar la decisión de suicidarse por falta de conocimientos, esto es porque no sabe como entender la situación de lo que le está pasando. Esto es porque he tenido algunos casos de intentos de suicidio y todos tiene un patrón basado en alguna experiencia, pero cuando se les hace ver en su mente cómo es, cambian de idea.
¿Cómo ganar paz?
Ahora, ¿Cómo ganar paz en momentos de crisis? Para empezar esto es para personas que tienen un criterio ya formado y una vida llevadera y que aún así, llegan a tener crisis como a veces me pasa. Navegando por la red encontré primero los Mandalas que no es más que dibujos que salen de tu ser y claro que los coloreas a tu gusto.
Así estuve un tiempo y de veras que me gustó porque salían unos dibujos que nunca pensé que se podía hacer, no porque sea difícil sí no porque son algo que salen de tu inconsciente, es decir empiezas primero en el centro de la hoja con un punto, de ahí le añades por decir cuatro círculos alrededor, de ahí puedes añadirle cuadrados, rectángulos, curvas.
Lo que te salga de tus sentimientos no importa, lo que importa es que poco a poco se va formando algo que puede ser como negativo y poco a poco se van transformando en más armoniosos, cada dibujo tiene un color y eso lo decides tú. Bueno eso hice un tiempo hasta que encontré los Mantras que tienen un resultado sorprendentes.
La función del Mantra
Pienso que el resultado en mi es más porque lo que tenía no era gran cosa, ahora, ¿Funcionará con alguien que tenga serios problemas como el caso de aquel pastor que se suicidó?
Bien difícil, las razones serían porque no va aceptar algo que no está en sus creencias, por otro lado, cuando alguien toma la decisión final es porque ya no ve nada más, solo la muerte como su única salida.
Encontré Mantras muy hermosos y que desde que los escuché por primera vez los sigo escuchando y eso que son frases que se repiten por 108 veces, algunos duran hasta una hora pero les aseguro sin necesidad de que tengan que cambiarse de religión, les va a gustar y no solo eso, les quita la tristeza, la preocupación y hasta cambian de ánimo, yo lo siento. Esto lo encontré cuando buscaba como ganar paz en momentos de crisis.
La paz es uno de los estados más deseados por las personas, pero también puede parecer difícil de alcanzar en medio del caos y las presiones diarias. La paz interior no se encuentra afuera, sino dentro de nosotros mismos, y requiere una combinación de prácticas, actitudes y cambios de perspectiva que nos permitan enfrentar los desafíos con serenidad y equilibrio.
Practicar la aceptación
La aceptación es el primer paso para ganar paz. Aceptar las circunstancias tal y como son, sin intentar controlarlas o resistirlas constantemente, nos permite liberar la tensión que surge del deseo de cambiar lo que no está en nuestras manos. Al aceptar que no todo está bajo nuestro control, dejamos de pelear con la realidad y comenzamos a fluir con ella.
Meditar y calmar la mente
La meditación es una práctica milenaria que ayuda a reducir el ruido mental y encontrar un espacio de quietud interior. Dedicar unos minutos al día a meditar puede traer claridad y una profunda sensación de paz. La práctica regular de la meditación permite observar los pensamientos sin identificarse con ellos, lo que ayuda a mantener la calma en situaciones estresantes.
Cómo ganar viviendo el presente
El pasado puede ser una fuente de arrepentimientos y el futuro, de preocupaciones. Para ganar paz, es crucial aprender a vivir en el presente. Practicar la atención plena o mindfulness nos permite disfrutar el momento actual sin ser arrastrados por pensamientos sobre lo que ya sucedió o lo que aún no ha ocurrido. Vivir en el presente nos libera del sufrimiento generado por el tiempo psicológico.
Muchas veces la falta de paz surge de intentar cambiar situaciones que escapan a nuestro control. Aprender a soltar aquello que no podemos modificar, ya sean personas, eventos o circunstancias, es fundamental para ganar paz. Soltar no significa rendirse, sino liberar la necesidad de controlar o intervenir en todo.
Vivir el presente es un ideal que muchas personas desean alcanzar, pero en la práctica, resulta un desafío. Nuestra mente tiende a vagar entre recuerdos del pasado y preocupaciones sobre el futuro, lo que nos aleja del momento actual.
Sin embargo, la verdadera paz y plenitud se encuentran en el «aquí y ahora». La atención plena, también conocida como mindfulness, es la capacidad de estar presente en el momento sin juzgarlo ni distraerse con pensamientos externos.
Para practicarla, es útil comenzar por enfocar la atención en actividades simples, como la respiración, caminar o comer. Al hacer esto conscientemente, te vuelves más consciente de cada momento, lo que reduce la tendencia de la mente a divagar.
La tecnología, aunque útil, es una gran fuente de distracción que puede alejarnos del presente. El uso constante del teléfono, redes sociales o correos electrónicos nos hace vivir en un estado de hiperconectividad que nos desvía de la experiencia inmediata. Para vivir el presente, es recomendable tomar pausas regulares de la tecnología y dedicar tiempo a estar en el mundo físico sin distracciones virtuales.
Dejar de preocuparse por el futuro
Las preocupaciones sobre el futuro son una de las mayores fuentes de estrés y ansiedad. Si bien es natural planificar, estar constantemente pensando en lo que puede pasar nos roba la paz del momento presente. Para contrarrestar esto, es útil recordar que el futuro no existe aún y que lo único que realmente podemos controlar es lo que hacemos hoy.
Vivir el presente también significa soltar los apegos al pasado. Los remordimientos, resentimientos o nostalgias nos anclan a eventos que ya no podemos cambiar. Aceptar el pasado tal como fue y enfocarse en el presente es esencial para avanzar con una mente clara y tranquila.
Vivir el presente implica tomar conciencia y disfrutar de los pequeños momentos cotidianos que, a menudo, pasan desapercibidos. Apreciar el aroma del café, sentir el calor del sol en la piel o escuchar una canción que te gusta son formas sencillas de conectar con el presente y disfrutarlo plenamente.
Parte de la dificultad para vivir el presente surge del deseo de controlar todo lo que sucede. Queremos tener la certeza de cómo serán las cosas y evitar sorpresas desagradables. Sin embargo, aceptar que la incertidumbre es parte de la vida te permitirá relajarte y vivir más plenamente en el ahora, sin intentar predecir o controlar cada detalle.
El multitasking o hacer muchas tareas a la vez es un enemigo del presente. Aunque parece eficiente, en realidad fragmenta nuestra atención y nos aleja de la experiencia plena de cada actividad. Al enfocarte en una sola tarea a la vez, ya sea trabajar, hablar con alguien o cocinar, puedes disfrutar y hacer mejor lo que tienes entre manos.
Cómo ganar escuchando activamente
Cuando estamos con otras personas, muchas veces no escuchamos con atención, ya sea porque estamos pensando en lo que vamos a responder o porque nuestra mente está en otro lado.
La escucha activa implica prestar atención completa a lo que la otra persona está diciendo, sin distracciones ni juicios. Esto no solo mejora nuestras relaciones, sino que también nos ancla en el momento presente.
Muchas veces, no vivimos el presente porque nuestras acciones no están alineadas con lo que realmente valoramos. Para estar completamente presente, es importante que nuestras decisiones reflejen lo que es verdaderamente importante para nosotros. Al vivir de acuerdo con nuestros valores, nos sentimos más conectados y presentes en todo lo que hacemos.
Vivir el presente es una práctica que requiere consciencia y esfuerzo diario. Al enfocarte en el mindfulness, soltar el pasado y las preocupaciones del futuro, y valorar lo que tienes en este momento, puedes encontrar una mayor paz y satisfacción en la vida. La clave está en prestar atención a lo que ocurre ahora, aceptando lo que no puedes cambiar y disfrutando de los pequeños momentos cotidianos.
Practicar la gratitud
La gratitud nos ayuda a enfocarnos en lo que ya tenemos y nos permite dejar de desear lo que nos falta. Cuando cultivamos una actitud de gratitud, nos volvemos más conscientes de las bendiciones en nuestra vida, lo que genera una sensación de satisfacción y plenitud. Esta práctica diaria puede disminuir la ansiedad y el estrés, reemplazándolos por una sensación de paz y calma.
Las relaciones conflictivas pueden ser una fuente constante de estrés y ansiedad. Para ganar paz, es importante rodearse de personas que nos apoyen y respeten. A veces, esto significa poner límites claros, distanciarse de relaciones tóxicas o resolver conflictos abiertos con los demás. Las relaciones sanas promueven un ambiente de armonía y bienestar.
Cargar con emociones no resueltas como el resentimiento, la culpa o el miedo puede impedirnos encontrar paz. Es esencial procesar nuestras emociones, ya sea a través del diálogo, la escritura o técnicas de liberación emocional. Sanar las heridas emocionales del pasado nos libera de la carga interna y abre espacio para la tranquilidad.
Simplificar la vida
La paz también proviene de reducir el exceso en nuestras vidas. Ya sea en el ámbito material, emocional o mental, el minimalismo puede ayudar a ganar paz. Deshacerse de lo que no es necesario, evitar compromisos innecesarios y dedicar tiempo a las cosas que realmente importan nos permite centrarnos en lo esencial y evitar el agotamiento.
La paz también está vinculada al bienestar físico. El ejercicio regular, una dieta balanceada y el descanso adecuado son fundamentales para mantener el equilibrio emocional y mental. Un cuerpo sano favorece una mente tranquila, y viceversa. Cuando cuidamos de nuestra salud, podemos enfrentar la vida con mayor claridad y serenidad.
Ganar paz también está relacionado con cómo interpretamos el mundo y nuestras experiencias. Cultivar una mentalidad positiva, enfocada en las soluciones y el aprendizaje, nos ayuda a manejar mejor las adversidades. La paz no significa la ausencia de problemas, sino la capacidad de enfrentarlos con una actitud constructiva y confiada.
Conclusión
Ganar paz es un proceso continuo que requiere práctica y autoconocimiento. A través de la aceptación, la meditación, la gratitud y el cuidado emocional, podemos encontrar una paz interna duradera que nos permita enfrentar las dificultades de la vida con mayor serenidad.
Al tomar consciencia de nuestras emociones, aprender a vivir en el presente y soltar aquello que no podemos cambiar, logramos cultivar un estado de paz que trasciende las circunstancias externas.