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Quién creería que el poder de un abrazo tenga tanta fuerza que puede ocasionar que la parte vital de un ser, que aún estando en estado crítico pueda reaccionar de una forma en que todos se sorprenden. Me da pena admitir pero pienso que es necesario el que diga que yo no sabía lo que podía significar, provocar y sentir el recibir un abrazo.
Pienso que este tipo de actitud se debe a que nuestros padres no nos inculcan los beneficios de dicha acción, posiblemente porque ellos tampoco lo sabían y es lamentable que sus padres tampoco. No hay mal que dure tantos años y quien lo resista, por esto es que se debe enseñar a los que vienen atrás de nosotros, que esto es que se debe practicar, el dar un abrazo.
Claro que esto es un poco raro en especial para los que nunca lo han hecho como en mi caso, es más, cuando lo sentí la primera vez fue gracias a que conocí a unas agradables chicas, las cuales ellas tienen creo por costumbre, el dar un abrazo de una forma en que se siente lo reconfortante al recibirlo.
Por qué es bueno un abrazo
Todo ser humano necesita ser tocado y con esto, doy a entender que si lo hago yo también lo voy a sentir, esto es que no solo el que recibe el abrazo, se va a sentir bien sí no que el que lo da porque esto, no es cuestión de política, esto es cuestión de que lo que haces es porque así lo sientes, ahora es indudable que hay personas que lo hacen porque la necesidad lo amerita.
Esto significa que si alguien ve que una persona que se siente desolada y por tal siente la soledad, es necesario que aquella persona sienta que no está solo por lo tanto, el recibir un abrazo le va a dar energía interna y la compañía que en ese momento lo necesita pero, no siempre funciona así.
En esto es claro porque también existe los que tienen por costumbre de abrazar a todos sin darse cuenta, que hay personas que no se la pueden abrazar así como así, esto es cuestión de energía, por lo tanto, si das un abrazo sin saber a quién se lo das puedes perder energía y tú no te has dado cuenta.
Esto me ha pasado a mí y sin que me toquen, la fuerza que tienen estas personas que incluso algunos no saben conscientemente lo que hacen pero, su inconsciente sí, por eso es que saben a quien se le acercan, ahora ¿Imaginen que pasaría si ellos me tocan? Si al estar cerca me mandaban medio mareado a la casa.
Problemas de la mala energía
Antes no me daba cuenta por ignorancia aunque sentía los efectos pero en el momento, pensaba que tal vez era porque estaba cansado hasta que, un día que me tocó atender a un paciente por un problema de falta de estima personal, el cual me mandó tres días a la cama porque el cansancio que se siente es exagerado.
Recién ahí con achaques y todo es que me di cuenta lo peligroso que puede ser el tocar a alguien desconocido, nadie sabe de dónde viene o que hace en su vida cotidiana por tal no se puede saber que clase de sentimientos puede tener en su interior. El poder de un abrazo no tiene fronteras pero si ciertas reglas, como el saber a quién se abraza.
Por lo demás, los abrazos son bienvenidos y también dar a quien se crea que se lo merezca. El contacto da tanto beneficio, que hay muchos casos de recuperación física cuando alguien ha estado pasando por momentos de enfermedad. Esto es en cierto modo comprensible, ya que alguien que se abandona es porque piensa que nadie está a su lado.
Los buenos efectos del abrazo
Hace algunos años dieron una noticia sobre un bebé abandonado, en un clima muy frío y de paso en estado de desnutrición y deshidratación, al punto de estar grave. Los médicos hacían de todo por recuperar la salud del infante y este no respondía, de pronto alguien se acerca y dice, «Lo que pasa es que el bebé necesita amor y eso nadie se lo da».
Sin esperar esta persona pide permiso para acercarse al bebé y con ello, lo que hizo es tocarle la cabeza y el pecho, esto lo hizo siempre, de un momento a otro, el recién nacido empezó a reaccionar dando claros síntomas de recuperación, algo tomado para algunos fanáticos como de milagro y lo que pasó fue, que a falta de amor el bebé no recibía estímulos.
Ahora es de suponer que al bebé no se lo va abrazar debido a su tamaño pero al toque es como si se lo hiciera, por eso es que responde. El poder de un abrazo es increíble incluso tiene la fuerza de amansar a una persona que tenga alguno que otro diablo metido en su cabeza, el cual le hace que se porte de mal genio, ¿Abrazarías a alguien que está de mal humor?
La energía en un abrazo
En realidad, no es fácil abrazar a alguien de mal genio pero todos sabemos que todos tenemos puntos débiles, que solo el que conoce como es la persona puede acercarse y hacerlo, ¿Sabían que si quieren tener paz en su corazón, deben dar y recibir diez abrazos todos los días?
Claro que esto no quiere decir que van a salir como locos-as y abrazar al que aparece en la calle pero, lo puede hacer a su ser más querido, al que ama o que aprecia. Esto es como si fuera la panacea de la vida por lo tanto recuerden el poder de un abrazo.
El merecimiento de un abrazo
Es una reflexión sobre el valor y el impacto emocional de este gesto tan simple pero tan poderoso. Un abrazo va más allá del contacto físico; es una expresión de afecto, apoyo y conexión humana. En cuanto al merecimiento, cada persona, en su esencia, es digna de recibir ese acto de cariño, ya que todos necesitamos sentirnos valorados y amados en algún momento. Un abrazo puede transmitir aceptación y validación.
Muchas veces, las palabras no son suficientes para expresar lo que sentimos, pero un abrazo tiene la capacidad de decir mucho sin pronunciar una sola palabra. Sentirse merecedor de un abrazo significa ser reconocido como alguien que vale la pena, alguien que merece amor, consuelo o alegría.
Los abrazos son conocidos por liberar oxitocina, la «hormona del amor», lo que contribuye a una sensación de bienestar y calma. Es un gesto que aporta alivio en momentos de dolor o estrés, y puede recordarnos que no estamos solos.
Cuando una persona recibe un abrazo, está recibiendo una forma de energía positiva que puede ayudar a sanar emocionalmente. El merecimiento de un abrazo no debe depender de cumplir con expectativas o de ser perfecto.
Todos, en nuestra humanidad compartida, merecemos gestos de afecto. Un abrazo no solo es una muestra de apoyo, sino también un recordatorio de que somos valiosos tal como somos, con nuestros aciertos y errores.
Dar un abrazo también es un acto de generosidad. Al ofrecer un abrazo sincero, estamos mostrando empatía y comprensión, y al recibirlo, permitimos que los demás nos cuiden. Reconocer que todos merecen un abrazo es reconocer la importancia del amor incondicional en la vida.
En resumen
Todos merecen un abrazo, porque más allá de ser un gesto físico, es un símbolo de afecto, consuelo y conexión. Es una forma de recordarnos mutuamente que, independientemente de nuestras luchas, todos somos dignos de recibir y dar amor.
El poder de dar y recibir
Es una reflexión sobre la interconexión humana y cómo estos dos actos son fundamentales para nuestras relaciones y nuestro bienestar emocional. Tanto dar como recibir tienen un impacto profundo en nuestras vidas, creando un ciclo de energía que enriquece nuestra existencia.
Dar implica ofrecer algo sin esperar nada a cambio, ya sea tiempo, amor, apoyo o recursos. Este acto tiene un poder transformador; al dar, no solo beneficiamos a otros, sino que también experimentamos una sensación de satisfacción y plenitud.
La generosidad fomenta conexiones más profundas y significativas, creando lazos de confianza y cariño. Además, el acto de dar se asocia con el aumento de la felicidad y el bienestar, ya que activa áreas del cerebro relacionadas con la recompensa.
Recibir puede ser igual de poderoso, aunque a menudo se subestima. Aceptar lo que otros nos ofrecen, ya sea ayuda, afecto o recursos, implica reconocer nuestra propia valía y la interdependencia humana.
Al abrirnos a recibir, no solo permitimos que otros contribuyan a nuestra vida, sino que también fortalecemos las relaciones. Recibir también puede ser un acto de amor hacia el otro, ya que les brindamos la oportunidad de hacer el bien y sentirse útiles.
El equilibrio entre dar y recibir es crucial. Un exceso de uno sobre el otro puede llevar a desequilibrios en las relaciones. Si siempre damos sin recibir, podemos sentirnos agotados o resentidos. Por otro lado, recibir sin dar puede generar sentimientos de culpa o incomodidad. La clave está en cultivar un ciclo de reciprocidad, donde ambos actos se complementen, promoviendo relaciones sanas y equilibradas.
Impacto en la comunidad
El poder de dar y recibir se extiende más allá de las relaciones individuales. En una comunidad, la generosidad puede crear un ambiente de apoyo y solidaridad. Cuando las personas se sienten valoradas y apoyadas, se fomenta un sentido de pertenencia, lo que fortalece el tejido social y promueve el bienestar colectivo.
El poder de dar y recibir es fundamental para nuestras vidas. Ambos actos son esenciales para cultivar relaciones significativas y para nuestro bienestar emocional. Al dar, ofrecemos amor y apoyo; al recibir, aceptamos la bondad de los demás. Reconocer y equilibrar estos dos aspectos en nuestra vida puede enriquecer nuestras experiencias y profundizar nuestras conexiones con los demás.
